Juan Jesús Piero Pinna comenzó a mostrar su estrategia defensiva. A ocho días de haber sido acusado de homicidio, se presentó ante la Justicia y, después de escuchar la imputación en su contra, dijo que actuó para defender su vida y la de su novia.
El domingo 26, cerca de las 3.30 de la mañana, en la fiesta de cumpleaños del empresario Mauricio Ríos que se desarrolló en el balneario Horizonte de Mar del Plata, hubo un incidente. Pinna, según la investigación, golpeó al empresario Ariel Núñez, provocándole la fractura de una de sus piernas. Luego, Maximiliano Rihl habría intentado calmar la situación, pero fue herido mortalmente de cuatro balazos por el comerciante tucumano.
El ex rugbier se fue del lugar y se mantuvo prófugo de la Justicia durante más de 24 horas. En ese tiempo estuvo ocult hasta que se presentó en Tucumán el lunes por la noche. “Lo hizo porque temía por su vida”, había argumentado en ese momento su primer defensor, Sergio Faiad.
Pinna fue procesado por una denuncia por robo que había presentado su ex pareja. La mujer señaló que dos días antes de que se registrara el crimen, el joven ingresó a su local para sustraer bienes de su negocio. Por este hecho, por pedido del fiscal Pedro Gallo, le dictaron la prisión preventiva por 40 días.
Luego de haberse encaminado este proceso, la Justicia comenzó a tratar su extradición a Mar del Plata. La situación terminó resolviéndose el viernes por la tarde. Fue trasladado en un patrullero y alojado en la cárcel de Batán, donde fue alojado en un pabellón donde están ubicados los reos que esperan que se resuelva su situación procesal.
En tribunales
Pinna, acompañado por su defensor, Wenceslao Méndez, se presentaron ante la fiscala María Florencia Salas. A pesar de que su declaración se mantiene en secreto, fuentes judiciales indicaron que planteó una teoría del caso totalmente diferente a la que se venía manejando hasta el momento.
El comerciante indicó que había asistido a la fiesta en compañía de su novia Romina Ulloa Igor, hija de Rudy Ulloa Igor, el ex chofer de Néstor Kirchner que está siendo investigado por enriquecimiento ilícito. El ex rugbier habría relatado que la reunión se realizaba con normalidad hasta que Núñez le faltó el respeto a su pareja, a la que habría agredido cuando ella decidió defenderse.
Según fuentes judiciales, Pinna relató que le aplicó un golpe que le provocó la fractura. Después decidió marcharse para evitar que los incidentes pasaran a mayores. En ese momento, Rihl, al que señaló como guardaespaldas del herido, intentó detenerlo. Y como no podría haberlo hecho, realizó dos disparos al aire y luego le puso el arma en la cabeza a su novia, ante esa situación reaccionó y efectuó los disparos. Romina Ulloa Igor había declarado lo mismo cuando se presentó en los tribunales marplatenses.
Tensa espera
El escenario de la causa parece bastante complicado y Pinna deberá esperar los resultados de las pericias y del testimonio de varias personas que, según aseguraron sus allegados, están dispuestas a confirmar la versión que aportó a la Justicia.
Núñez, empresario de la carne que estaría vinculado a los caudillos del peronismo bonaerense, por su estado de salud no habría declarado en la causa. Si le habría dicho a los policías que el tucumano no lo había quebrado, sino que la fractura se produjo cuando él terminó cayéndose por el golpe de puño que recibió por parte del ex rugbier. Tampoco confirmó o descartó si Rihl era su guardaespaldas, como indica el imputado de homicidio agravado.
La versión que dio el comerciante tucumano chocó con un serio problema. Pese a que el lugar donde se realizó la reunión tiene varias cámaras de seguridad, no hay imágenes de lo ocurrido. La fiscala Salas sospecha que los organizadores las apagaron durante la fiesta o, en su defecto, que alguien las borró o se apoderó de las tarjetas de memoria donde deberían estar los registros fílmicos.
El anuncio de Pinna de que cuenta con testigos que respaldarían sus dichos generaron expectativa. Los pesquisas estiman que del encuentro participaron unas 200 personas, pero sólo se logró identificar a menos de 30. Al declarar sólo sostuvieron que hubo una pelea en el interior del salón -como dijo el ex rugbier-, pero no contaron cómo se había iniciado el incidente y, mucho menos, cuál fue el trágico desenlace.
Distintas vainas
La estrategia defensiva del imputado está sostenida por el trabajo que realizaron los peritos. Según trascendió, en la escena del crimen se encontraron vainas diferentes. Ese elemento es clave, ya que servirá para demostrar que efectivamente Rihl hizo disparos al aire o que se produjo un tiroteo.
Méndez pretende demostrar que Pinna hizo uso del derecho de la legítima defensa o, en el peor de los escenarios, o que se haya excedido. Mientras tanto, estará al menos 15 días esperando que se defina su situación procesal en Batán. Cómo el defensor y sus allegados siguen sosteniendo que su vida corre peligro, insistirán para que regrese a Tucumán.