Justo cuando Cristina Fernández de Kirchner promediaba su discurso y explicaba a seguidores y funcionarios, reunidos en la localidad bonaerense de Ensenada, pormenores de su encuentro con el economista Carlos Melconian, se conocía públicamente la renuncia de Martín Guzmán. Una jugada que muchos le adjudican al ex ministro: opacar con su dimisión la centralidad de CFK en el momento que ella más disfruta, el de la oratoria.
La Vicepresidenta fue la figura central del acto que se desarrolló en dicha municipalidad para recordar a Juan Domingo Perón en un nuevo aniversario de su fallecimiento y desde allí lanzó un claro mensaje. Remarcando la impronta del creador de su espacio político instó a los integrantes del Gobierno a cambiar la realidad desde el Estado. En esta misma dirección, también envió un mensaje por elevación al Presidente de la Nación al repasar la génesis de la construcción política que hizo el líder, fallecido el 1 de julio de 1974: “Perón cazó la lapicera y entró a firmar. ¿Y qué firmó? Derechos que los trabajadores no tenían”, exclamó. Pero, sus declaraciones fueron más allá: “¿por qué fue tan atacado Perón? Porque usaba la lapicera en función del pueblo”.
Durante el transcurso de su discurso, la titular del Senado remarcó claras alusiones a la persona en la que Alberto Fernández había confiado, desde el inicio de su gestión, el rumbo económico del país. En esa línea, reconoció que actualmente muchos argentinos y argentinas tienen problemas a raíz de la situación financiera y habló de la inflación como un proceso que no puede ser impulsado, exclusivamente, por el déficit fiscal.
“Con Melconian tuvimos una coincidencia sobre la economía bimonetaria. El problema principal que tiene Argentina y que causa el fenómeno inflacionario es la economía bimonetaria, él piensa más parecido a Martín Guzmán en torno al déficit fiscal, pero bueno opiniones son opiniones”, expresó. Y en este punto remarcó que su postura no la convierte en una apologista del déficit fiscal.
“Sinceramente, no creo que esa sea la causa de la inflación estructural desmesurada y única que tiene Argentina en el mundo, enfatizó. Y agregó: “es inconsistente vincular el déficit fiscal en pesos con la escasez y la restricción externa que tiene Argentina”. Finalmente, hizo un llamamiento a la dirigencia para pedirles que se animen a discutir en serio y encontrar cuál es la verdadera causa de este problema.