Si los partidos duraran sólo 45 minutos, San Martín sería el cómodo y contundente líder de la Primera Nacional. ¿Cómo es eso?
Si se dividen los rendimientos por tiempos, los dirigidos por Pablo De Muner muestran un gran rendimiento durante los primeros 45 minutos. Durante ese lapso, en 12 de los 20 que jugaron, igualaron siete y sólo se fueron al descanso siendo derrotados ante Mitre, en La Ciudadela.
Durante ese período de tiempo, marcó 17 goles, sólo recibió cinco y obtuvo el 71,67% de los puntos que disputó. En ese rubro, ninguno de sus rivales puede hacerle sombra ya que, por ejemplo, All Boys, Instituto y Chaco For Ever (los que le siguen en rendimiento) sólo consiguieron el 60%, 56% y 54% de los puntos, respectivamente.
Pero el nivel del "Santo" cae de manera abrumadora en los segundos tiempos. No es el mismo; eso está clarísimo. De hecho, recién el lunes pasado, contra Guillermo Brown, ganó un partido en el que no arrancó poniéndose en ventaja en la primera mitad.
En los complementos, tomando esos 45 minutos como finales, San Martín sólo sumó el 43,33% de los puntos que disputó, producto de cinco victorias, 11 empates y cuatro caídas. Allí sólo marcó ocho goles y recibió nueve.
¿Dónde radica el déficit? ¿Es un problema futbolístico, mental o físico? ¿Por qué al equipo le cuesta tanto mantener el ritmo y el nivel que esboza durante los primeros tiempos?
“Yo creo que San Martín sale a atacar en todas las canchas. A veces hace un desgaste muy grande durante los primeros tiempos y se pone en ventaja; y ahí el rival sale a atacarte. O si por ahí, no lográs marcar y se hace complicado en los complementos. Pero hay que ver que siempre los cambios son ofensivos, porque nosotros pensamos en todo momento en el arco de enfrente”, aseguró el arquero Darío Sand.
Para el defensor Hernán Lopes, "es entendible que se recalque eso. Pero el otro equipo también juega. Es raro un equipo que te meta en un arco durante los 90 minutos. Nos está faltando convertir más goles y si lo concretamos, los números reflejarían la realidad de lo que pasa".
“Somos el equipo con más intensidad del torneo, nadie nos alcanza en ese sentido. Debemos aprovechar los últimos minutos de los partidos”, les dijo alguna vez, durante una práctica, De Muner a sus pupilos. Claro, él también nota que su equipo debe mejorar la producción de los segundos tiempos porque si no pega de entrada, después los partidos se le complican.