El objetivo es frenar la fuga de dólares e intentar la suma de reservas. Para ellos, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció ayer los nuevos controles para el acceso al mercado de cambios con el fin de pagar compras en el exterior.
La nueva normativa obliga a las empresas -sobre todo a las más grandes- a conseguir financiamiento de parte de bancos, entidades del exterior, casas matrices y proveedores a la hora de hacer parte de sus pagos.
Establece, según el tipo de importación, plazos de financiamiento obligatorio de entre 180 y 360 días para gran parte de las importaciones, aunque con excepciones.
Las pequeñas y medianas empresas tienen un trato más laxo y también las compras de bienes de capital, es decir máquinas y otro equipamiento para producir.
También, como novedad, igualan en el trato a las importaciones de servicios que hasta ahora tenían un régimen más benigno. Según fuentes del mercado cambiario argentino, el rubro servicios era el ítem que menos controles tenía. Y el que habilitaba más maniobras grises.
Según la información oficial, el directorio del Banco Central adaptó este sistema de pagos para el comercio exterior con el fin de “responder a las necesidades extraordinarias de divisas y así atender la importación de energía”.
Apunta la información que las medidas extienden el sistema de financiación de importaciones a las realizadas bajo Licencia No Automática y a la importación de servicios, y tendrán vigencia por un trimestre para dar tiempo a la normalización del comercio exterior, precisó la entidad de contralor monetario que conduce Miguel Pesce.
Además, el BCRA remarcó que con la medida se busca “sostener el crecimiento económico y el desarrollo de las PyME evitando maniobras especulativas sobre las importaciones”. Así, las pequeñas y medianas empresas quedan exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento del 15% respecto del año anterior, con un límite de hasta U$S 1 millón.
En el nuevo esquema de pagos, las SIMI (Sistema de Monitoreo de Importaciones) categoría A mantendrán el acceso al mercado de cambios por el equivalente al promedio mensual de importaciones de 2021, más 5% o de 2020 más 70%. Para las SIMI categoría B, correspondientes a las licencias no automáticas, podrán acceder al mercado a partir de 180 días del despacho a plaza.
También se dispuso en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Productivo ampliar las posiciones arancelarias de bienes equivalentes a los producidos en el país que tendrán acceso al mercado a partir de 180 días y la de bienes suntuarios que podrán acceder a partir de los 360 días.
En cuanto a las importaciones de servicios, se equiparan en el tratamiento a la de bienes permitiendo el acceso al mercado por el mismo monto que en 2021 y en caso de superar el importe el saldo a 180 días.
Después de que se conocieran las nuevas medidas del Banco Central para restringir la salida de dólares por el pago de importaciones, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, aseguró que: “No se debe ni se puede parar la producción. Si se para la producción, el proceso de reactivación no se puede dar”, advirtió en diálogo con CNN Radio, y dijo que “la Argentina no se puede dar el lujo de parar el proceso productivo, porque el contexto marca que la industria estaba tratando de armar un camino”.