Luego de la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular la histórica sentencia Roe contra Wade de 1973, que reconocía el derecho constitucional de la mujer al aborto, fiscales de 21 distritos conformaron una "coalición" para defender ese derecho.
Los fiscales generales publicaron una declaración en la que reclaman un acceso "seguro y legal" al aborto, algo que, destacaron, sigue estando protegido en muchos estados norteamericanos.
"El aborto es atención sanitaria. Punto", remarcaron los fiscales, que se declararon “unidos para decir orgullosos que no vamos a dar marcha atrás en nuestra lucha para proteger los derechos de las embarazadas en nuestros estados y en todo el país".
Por último, los funcionarios judiciales advierten que el fallo de la Corte "da marcha atrás a casi medio siglo de jurisprudencia y socava el derecho de personas de todo Estados Unidos".