Hallaron un buque de la Segunda Guerra Mundial

Hallaron un buque de la Segunda Guerra Mundial

Nunca se había concretado un hallazgo similar a semejantes profundidades.

26 Junio 2022

A casi 7.000 metros bajo el nivel del mar, en aguas de Filipinas, fue hallado un buque destructor de la marina de Estados Unidos hundido durante la Segunda Guerra Mundial. Nunca se había concretado un hallazgo de esta naturaleza a semejante profundidad.

El navío de guerra USS Samuel B. Roberts se fue a pique el 25 de octubre de 1994 frente a la isla filipina de Samar, en el este de la región central del archipiélago, víctima de una batalla con las tropas japonesas que ocupaban la zona. La conocida Batalla de Leyte formó parte de los enfrentamientos más intensos registrados en Filipinas entre las tropas de Estados Unidos y el Imperio Japonés. El Samuel Roberts fue uno de los objetivos que los nipones lograron hundir durante la refriega.

Se lograron obtener videos y fotografías del casco y de otras partes del exterior del buque gracias a un submarino tripulado, perteneciente a la compañía estadounidense Caladan Oceanic. “Descansando a 6.895 metros de profundidad, ahora es el naufragio más profundo jamás localizado y examinado”, sostuvo Víctor Vescovo, fundador de la compañía y piloto del sumergible.

El Samuel Roberts fue hundido junto a otros tres buques, entre ellos el USS Johnston, encontrado en 2021 por la misma compañía a casi 6.500 metros de profundidad. Mientras, aún no se ha logrado localizar al USS Gambier Bay, que la empresa de exploración piensa que podría estar a una mayor profundidad que el recientemente encontrado Samuel Roberts. En comparación con estos buques, los restos del famoso Titanic se encuentran a una profundidad de alrededor de 3.840 metros.

En sintonía con estos descubrimientos, este año se logró uno de los hitos arqueológicos más importantes de la historia: el hallazgo del Endurance, de Sir Ernest Shackleton, un trasatlántico perdido desde hace más de un siglo que quedado atrapado en el hielo antártico antes de sumergirse en las profundidades. El arqueólogo marino que dirigió la expedición, Mensun Bound, advierte que no se puede garantizar la protección de los restos debido a las amenazas combinadas del calentamiento global y la tecnología robótica submarina que podría permitir robos en el sitio.

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