Con su firma, Joe Biden terminó de darle forma a una ley aprobada por el Congreso de Estados Unidos sobre el control de armas de fuego. El Presidente afirmó que si bien es la más importante en esta materia en casi 30 años, esta norma es lejana a las demandas que él mismo defiende, al igual que numerosas organizaciones sociales en su país. “Si bien la ley no abarca todo lo que quiero, sí incluye medidas que pedí durante mucho tiempo y que salvarán vidas”, dijo el mandatario en la Casa Blanca, previo a tomar un vuelo hacia Israel y Europa para participar de las cumbres del G7 y de la OTAN.
La norma fue aprobada el viernes y contó con el respaldo de legisladores demócratas y republicanos. Entre las disposiciones se introducen nuevas restricciones al porte de armas y se promete destinar miles de millones de dólares a la salud mental y la seguridad escolar.
La iniciativa se concretó luego de dos masacres que se desataron en mayo. Una de ellas ocurrió en una escuela primaria de Uvalde, Texas; murieron 21 personas, de las cuales 19 eran niños. La segunda se llevó a cabo en un supermercado en Buffalo, Nueva York, donde 10 afroamericanos fueron asesinados.
El Congreso decidió elaborar un proyecto de ley con el objetivo de fortalecer la verificación de antecedentes penales y psicológicos de los compradores de armas de 18 a 21 años; establecer un mejor control de la venta ilegal de armas y el financiamiento de programas dedicados a la salud mental.
Biden calificó esta nueva legislación como “monumental” y aseguró estar respondiendo a los pedidos de la gente. Sin embargo, el mandatario pretendía sumar a la medida la prohibición de los rifles de asalto, según la agencia de noticias AFP. “Sé que todavía hay mucho trabajo por hacer y nunca me rendiré”, dijo el demócrata.
La Asociación Nacional del Rifle, como así también algunos republicanos de ambas Cámaras del congreso, se opusieron a esta iniciativa. Pero por otra parte la medida contó con el respaldo de grupos que trabajan en temas policiales, violencia doméstica y enfermedades mentales.
La última legislación federal importante de control de armas sancionada en Estados Unidos databa de 1994. Imponía la creación de un sistema nacional de comprobación de antecedentes y la prohibición de la fabricación para uso civil de rifles de asalto y cargadores de munición de gran capacidad. Sin embargo, esa norma expiró una década después.