El comité de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra desde el jueves en Ginebra una reunión para evaluar si el brote de viruela del mono, que ha afectado en seis semanas a más de 3.500 personas en al menos 42 países, supone una "emergencia de salud pública internacional". Se trata del máximo nivel de alerta que puede declarar el organismo.
De ser así, se considerará que constituye un riesgo para la salud pública y que requiere una respuesta mundial coordinada. "Eso servirá para reforzar los mecanismos de detección de casos y la implementación de medidas que ayuden a frenar a la circulación del virus", explica a la LA GACETA el infectólogo Mario Raya, subdirector del Centro de Salud.
Desde su mirada, la declaración de emergencia internacional -si finalmente se adopta- es justificada. "La razón principal es que el virus se ha extendido. Y este es el camino para asegurar que los países ponen los medios y dimensionan la situación", razona.
A mediados de esta semana, un hombre de 45 años residente en Mendoza se convirtió en el cuarto caso de viruela símica en la Argentina, según informó el Ministerio de Salud de la Nación. Su estado de salud es bueno y se encuentra cumpliendo el aislamiento correspondiente, tras regresar de un viaje a España. "Hay preocupación ante el incremento de contagios en zonas no endémicas; fuera de África y especialmente en Europa", añade Raya.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de Sanidad Animal, cerca de 60 % de las enfermedades emergentes son de origen zoonótico. Aparecieron miles de años atrás, cuando el hombre intensificó sus interacciones con los animales al domesticarlos. Y desgraciadamente se han desarrollado en estas últimas décadas. Pero, ¿qué ha disparado esta amenaza? Para los investigadores, una de las respuestas reside en la intrusión en el entorno natural. La comunidad científica responsabiliza a nuestras acciones sobre la vida salvaje y sus hábitats. "La proliferación actual de contagios es inusual y preocupante", había declarado en la víspera del cónclave Tedros Adhanom Ghebreyesus, el etíope que preside la OMS para justificar el convite.
A sus dichos se sumaron los de Mike Ryan, responsable de las situaciones de emergencia, quien entendió que "la interfaz entre el hombre y el animal se ha vuelto inestable". Lo que decida el organismo será comunicado en una rueda de prensa prevista para las próximas horas. Actualmente, la consideración de "emergencia de salud pública internacional" la poseen la covid-19 y la polio.
Transmisión, síntomas y tenor
La viruela del mono es una zoonosis producida por un virus. Acarrea síntomas y tiene una presentación similar a los de la viruela, enfermedad erradicada desde 1980. No obstante, conlleva menor gravedad, transmisibilidad y mortalidad. Es endémica principalmente en África Central y Occidental. Hasta antes de este brote, se habían reportado casos importados esporádicos en Europa.
Se cree que la transmisión es producida a través de la saliva, excreciones respiratorias, contacto con el exudado de la lesión o material de la costra. También se baraja el contagio durante las relaciones sexuales.
El cuadro se inicia con síntomas similares a los de una gripe (fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, escalofríos y agotamiento). Luego surge una inflamación de los ganglios. Posteriormente aparece una erupción, que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a las manos y a los pies.