Más allá que tanto a los ahorristas como a las empresas los períodos de crisis no le permiten pensar en el futuro, la planificación patrimonial es necesaria, no sólo como hábito de conducta de ahorro, sino también para evitar endeudarse más allá de la cuenta. Claro está que frente a una inestabilidad económica y política, todo se hace cuesta arriba. “Una definición clásica de planificación patrimonial consiste en tratar de determinar la forma o estructura jurídica que vamos a utilizar para adquirir, poseer y transferir cada activo que integra nuestro patrimonio más allá del monto o activos que estemos hablando”, indica Martín Litwak, abogado experto en fiscalidad y planificación patrimonial. En otras palabras, el patrimonio es aquello que cada persona tiene o posee, mientras que la planificación patrimonial es cómo ese individuo lo tiene estructurado: cuidar lo que tenemos pensando siempre en el futuro, trazando metas y objetivos, independientemente del contexto de la coyuntura.
En ese proceso surgen algunas cuestiones que pueden pensarse como limitantes a la hora de cuidar lo que tenemos. Litwak lo describe en cinco mitos más comunes en el pensamiento colectivo:
Mito 1: La Planificación Patrimonial es para ricos
Esto es falso ya que solo basta con poseer algún bien o activo para poder planificar. Las herramientas de estructuración sirven para cualquiera que quiera proteger esos bienes, mitigar riesgos, lograr privacidad o reducir cargas impositivas, entre otros fines.
Mito 2: Los que estructuran el patrimonio buscan evadir impuestos
Falso. Si bien uno de los objetivos de la planificación puede ser reducir las cargas impositivas, no es el más habitual ni es siempre posible. La estructuración patrimonial puede resolver cuestiones sucesorias (para saber quién va a heredar cada bien), de organización del patrimonio (para resolver temas vinculados a ensambles familiares, dependencia económica, problemas de salud) y también definir consecuencias tributarias.
Mito 3: Si planifico, pierdo el control de mis bienes
También es falso. Si bien hay estructuras patrimoniales muy puntuales donde eso ocurre, son las menos y aplica en casos específicos. En general, con la estructuración de patrimonios no se pierde el control de los bienes. Por eso es importante asesorarse bien, con especialistas, antes de planificar.
Mito 4: Trasladar parte de mi dinero al exterior es ilegal
Falso. Poseer activos propios en otros países no afecta la legalidad de la estructura, y puede en ocasiones ser beneficioso por la seguridad jurídica y desde el punto de vista impositivo.
Mito 5: Tener una sociedad en una jurisdicción offshore es ilegal
Esto es falso. No es ilegal ni está prohibido. Los denominados ‘paraísos fiscales’ pueden ser beneficiosos por cuestiones de privacidad, seguridad jurídica e incluso –no en todos los casos- de carga impositiva, pero su utilización no implica ilegalidad.
“Lo que puede tener consecuencias, en todo caso, es el dinero mal habido o la realización de una mala estructuración o la no declaración de esos bienes según corresponda en cada jurisdicción”, remarca Litwak. Siempre que una persona planifica cómo manejar el patrimonio lo realizar con la idea de alcanzar el mayor grado de seguridad en contextos adversos, como los que actualmente se viven en la Argentina, o para mitigar los efectos del riesgo que se corre frente a devaluaciones o marcos de inseguridad jurídica.