CIUDAD DEL VATICANO.- “Quiero vivir mi misión hasta que Dios lo permita”. Con estas palabras, el Papa Francisco envió un mensaje a quienes difunden la noticia de su supuesta e inminente renuncia.
Se lo dijo a los obispos de Brasil, que hicieron una visita al Vaticano, y desmintió los rumores que circularon en los medios de comunicación, después de que se viera obligado a aplazar su viaje a República Democrática del Congo y a Sudán del Sur por sus problemas de rodilla.
“Ha manifestado que tiene muchos desafíos, pero que no se le pasa por la cabeza lo que está dando vueltas por la prensa (la posibilidad de dimitir): ‘Quiero vivir mi misión hasta que Dios me lo permita’, dijo. Y eso es todo”, aseguró el arzobispo de Porto Velho, en Rondonia, Roque Paloschi en una entrevista publicada por el portal “Vatican News”.
El arzobispo brasileño contó que, si bien vio a Francisco en un estado de fragilidad propio de quien se está recuperando de una enfermedad, dijo que es evidente que tiene “una gran fuerza” y mucho ánimo.
“Eso nos da mucha fuerza a nosotros. A veces hasta nos avergonzamos de nosotros mismos por estar ahí quejándonos de tantas cosas”, afirmó el prelado.
El pontífice recibió el lunes a la primera tanda de 17 obispos brasileños en el Vaticano. La delegación representaba a la Región Norte 1 de la Conferencia Episcopal Brasileña, en concreto, a las regiones de Amazonas y Roraima y al Noroeste, que corresponden a las regiones de Acre, sur de Amazonas y Rondonia. Durante la visita, obsequiaron al pontífice con un penacho indígena de plumas y un cuadro titulado ‘SOS Yanomami’, pintado en 1989 por un artista local.
La visita ad Limina de los obispos brasileños,―que incluye reuniones en los distintos dicasterios, consejos y comisiones del Vaticano, finaliza el viernes.
La semana pasada, medios de comunicación de todo el mundo especularon con la posibilidad de que Francisco dejara la jefatura de la Iglesia católica, debido a sus problemas de salud y en base a que empezó a tomar medidas que fueron leídas como “preparativos para ordenar su legado”.
Una de las decisiones que disparó los rumores fue la decisión de celebrar un consistorio para nombrar nuevos cardenales en agosto, un mes que usualmente es de vacaciones en el Vaticano. Además, según algunos periódicos, “organizó reuniones para garantizar que sus reformas permanezcan intactas”, como consistorio extraordinario se llevará a cabo el 27 de agosto para crear 21 nuevos cardenales, 16 de los cuales tendrán menos de 80 años, por lo que tendrán voto para elegir al sucesor de Francisco en un futuro cónclave.
Mientras tanto, el Vaticano anunció que el viaje a Canadá programado para fines de julio todavía está en la agenda del pontífice, que tiene 85 años y continúa recibiendo inyecciones en la rodilla y terapia física, un tratamiento que “sigue su curso y está dando sus frutos”.