Una mujer de 40 años que sufrió el robo de su celular dio aviso a la Policía y comenzaron a rastrear el dispositivo con un GPS. La víctima habría señalado que se había olvidado el móvil en el baño de un estacionamiento del microcentro, pero que cuando regresó el teléfono había desaparecido. El hecho ocurrió el sábado.
Siguiendo la señal satelital, la víctima y los efectivos de la Guardia Urbana se toparon en la esquina de Muñecas y Mendoza con un hombre, de 30 años, y con dos mujeres, de 30 y 46. La víctima los reconoció y aseguró que los había visto en el estacionamiento minutos antes de que su teléfono desapareciera.
Al requisar a los sospechosos, descubrieron que el hombre llevaba consigo el teléfono de la víctima, que se valúa en $ 50.000. El trío quedó demorado por la Policía y fue puesto a disposición de la Fiscalía de Delitos Flagrantes V, que ordenó la devolución del dispositivo a su dueña.
Los efectivos actuaron bajo la supervisión del comisario Jorge Goane.
También el sábado, mediante un operativo, efectivos de la División Delitos Telemáticos y Económicos recuperaron en El Colmenar una consola de luces que había sido robada y que era ofrecida en las redes sociales.
De acuerdo a la denuncia realizada por la víctima, el hecho había ocurrido, hace un año cuando se encontraba trabajando con sus equipos de música y de luces en un salón de fiesta. En ese contexto, y sin que se percatara, desconocidos le robaron una consola de luces robotizadas.
La víctima manifestó que debido al tiempo transcurrido ya había dado por perdida su herramienta de trabajo, pero que se sorprendió al descubrir que una consola con características similares a la suya era ofrecida en los grupos de compra y venta de Facebook. Por eso dio aviso a la Policía de ese hallazgo.
A partir de la información, constatada también por los investigadores, los uniformados diagramaron un operativo para dar con el vendedor y recuperar el artefacto. Fue así que el sábado, el denunciante se encontró con el acusado en la avenida Juan B. Justo al 2.300 donde -según manifestó- reconoció que la consola era la que le habían robado.
Tal y como había dispuesto la Unidad Fiscal de Decisión Temprana, los efectivos, que monitoreaban la transacción desde cierta distancia, procedieron a demorar al sospechoso. El procedimiento fue supervisado por el director general de Investigaciones, Jorge Dib y por el subdirector, Ariel Santillán.