El bando centrista del presidente Emmanuel Macron empezó la semana con negociaciones frenéticas para conseguir el apoyo de sus rivales. Busca salvar parte de su programa de reformas, después de que las elecciones del domingo dejaron un parlamento fragmentado, que pone a Francia en riesgo de parálisis política.
La pérdida de la mayoría absoluta de su alianza Ensemble! es un amargo revés para Macron, elegido para un segundo mandato en abril. Los gobiernos franceses están acostumbrados a contar con una Cámara baja del Parlamento que comparte su línea política y que, en gran medida, aprueba las propuestas.
La segunda vuelta del domingo dejó a Ensemble! como el mayor partido, con una incipiente alianza de izquierdas decidida a hacerse oír en segundo lugar, la ultraderecha más fuerte que nunca y los conservadores como potencial formación clave. “Va a ser complicado”, dijo la portavoz del gobierno, Olivia Gregoire, a la radio France Inter. “Vamos a tener que ser creativos”. (Reuters)