BOGOTÁ, Colombia.- Más de dos siglos de alternancia liberal y de derecha en Colombia se rompieron el domingo, con el triunfo en el balotaje de la fórmula integrada por Gustavo Petro y Francia Márquez.
Petro es el primer representante de la izquierda en llegar al poder en esa nación, y lo hizo colectando más de 11 millones de votos, una cifra récord en un país donde unos 40 millones están habilitados para votar.
Petro lleva más de 30 años siendo parte de la democracia colombiana, luego de un período en el que militó junto al grupo guerrillero M-19, al que representó en la Asamblea Constituyente de 1991, tras la desmovilización. Fue senador de la República y candidato a la presidencia tres veces.
Las propuestas de cambio social que llevaron a la fórmula del Pacto Histórico a la victoria elevaron la vara y ahora tendrán que cumplir con las enormes expectativas que generaron, a la espera que haga verdad la visión de un país justo, menos violento y ambientalmente responsable.
En un artículo para el medio BBC Mundo, el periodista Luis Fajardo examinó tres de las propuestas que hizo Petro durante la campaña, y los desafíos para hacerlas realidad.
Política ambiental
La intención de desmontar la industria de hidrocarburos parece la más difícil de llevar adelante. El plan de Petro, que es especialista en medio ambiente y se opone al fracking, es dejar atrás la economía extractivista y potenciar una política para enfrentar el cambio climático y dejar de depender de la economía del petróleo, que tanto mal le hizo a países como Venezuela.
La propuesta se enfrenta al dilema de que el petróleo es la principal fuente de exportación de Colombia y la primera fuente de ingresos del Estado colombiano. Es probable que necesite del ingreso del carbón y del petróleo para obtener ingresos con los que sostener los programas sociales que tiene en mente.
La transición energética puede ser muy costosa, traumática, con mucho impacto en términos de pobreza, si se hace mal y si no se hacen las inversiones necesarias, insisten los expertos.
Las tierras
Petro también prometió que buscará disminuir la desigualdad en la propiedad rural, subiendo impuestos a la propiedad rural improductiva. Ante la campaña de la derecha, que lo señala como un peligro para la propiedad privada, Petro ha insistido una y otra vez que no tendrá una política expropiatoria. Más de la mitad de las tierras de Colombia está en manos del 1,5% de la población, según el Centro de Memoria Histórica. “El tema de la reforma agraria está pendiente en Colombia desde los años 30 del siglo pasado”, dice María Clara Torres, doctora en Historia de la Universidad de Nueva York e investigadora del conflicto rural colombiano, que está en la raíz del conflicto armado colombiano que duró más de cinco décadas.
Si lo hace, dice Torres, estará saldando una deuda histórica con los campesinos, más necesaria que nunca, porque las tensiones sociales van en aumento.
El sistema previsional
Petro también prometió aumentar la participación estatal en el sistema de pensiones del país. Actualmente, los sistemas de retiro están en manos del sistema financiero privado mediante las llamadas administradoras de fondos de pensiones o AFP, como las que tenía Argentina o las que provocaron el estallido social en Chile, en 2019.
El sistema, impuesto en los 90, empieza a generar sus primeros pensionados, y los montos de las jubilaciones están lejos de lo que solían generar los antiguos sistemas con protagonismo estatal.
Muchos colombianos se ilusionan con la idea de volver a un sistema que ofrezca garantías de mantener su nivel de vida en la vejez, un sistema único, público y universal, que no dependa de la capacidad de pago de los usuarios.