19 Junio 2022
Green Building Council, ONG dedicada al desarrollo y gestión de estrategias para la sustentabilidad y fomentar la transformación en la construcción sugiere trabajar cuatro características de calidad ambiental para tener escuelas verdes y saludables: acústica, calidad de aire, confort térmico e iluminación. “El diseño y funcionamiento (de los edificios) afectan la salud de los estudiantes y su rendimiento académico”, afirma Guillermo Simón Padrós, CEO de la ONG.
1- Acústica
Una mala acústica puede generar cambios de ritmo cardíaco, elevada presión arterial, estrés, agresividad, déficit de atención, sueño y fatiga. La buena acústica y una baja emisión de carbono se logran ubicando escuelas lejos de las fuentes de ruido externo permanente y usando ventilación natural, si el clima lo permite. Otra opción es optimizar la aislación en escuelas existentes para reducir los ruidos externo e interno y reducir los gastos de energía.
2- Calidad de aire
La calidad del aire interior se establece en base a las concentraciones de varios contaminantes, incluyendo dióxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles y polvo en suspensión. Las concentraciones específicas de estos contaminantes, al igual que las tasas de ventilación, se relacionan con el síndrome del edificio enfermo. Este causa dolor de cabeza, de garganta, congestión y sequedad, ardor de ojos y sequedad nasal. Una buena calidad de aire se logra con ventilación natural. Otra alternativa es la ventilación híbrida o mecánica con sistemas de filtración adecuados. Y como tercera opción está el mobiliario, materiales y productos de limpieza con cero compuestos volátiles.
3- Confort térmico
El confort térmico es la percepción de comodidad de un ser humano con respecto a la temperatura, humedad y velocidad del aire. La ventilación natural de ventanas adecuadamente diseñadas y colocadas, si son apropiadas para el clima y la calidad del aire exterior, pueden moderar la temperatura y reducir la energía necesaria de refrigeración y sus emisiones de carbono. Por otro lado, la eficiencia energética y ventilación mecánica renovable pueden proporcionar temperatura confortable y un nivel adecuado de humedad.
4- Iluminación
La iluminación edilicia es la natural de las ventanas y la artificial. Los niños son más sensibles a la luz porque tienen pupilas más pequeñas y menor supresión de melatonina que los adultos, lo que afecta los ciclos de sueño, vigilia y el ritmo circadiano. La luz LED de espectro azul durante las horas de la mañana podría hacer que los niños estén más estimulados y alertas en el colegio que los expuestos a la luz tenue. La iluminación natural reduce la necesidad de luz artificial. Una buena iluminación se logra con el uso de diodos emisores de luz (LED), especialmente aquellos que se sincronizan con el ritmo circadiano. De paso, se reduce el consumo de energía del edificio.
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