El gasoducto "Néstor Kirchner", obra alrededor de la cual se generó una polémica, a raíz de la difusión de un off the record que sugería anomalías en el proceso licitatorio -que derivó en una causa posteriormente archivada por el juez federal Daniel Rafecas- estaría en condiciones de operar dentro de un año.
Así lo señaló el presidente de Energía Argentina (Enarsa), Agustín Gerez. "Estará apto para funcionar el 20 de junio de 2023", dijo. Y estimó que la puesta en marcha del gasoducto producirá un ahorro en importaciones de entre U$S 1.300 millones y U$S 1.500 millones: "dependiendo de los valores de gas natural licuado (GNL) del año próximo".
En una entrevista brindada al diario La Nación, el funcionario detalló que para mediados de agosto debería estar adjudicado el pliego de la construcción del gasoducto, en consonancia con el cronograma de entrega de caños.
"Ya está todo el dinero. Tenemos $ 140.000 millones. Parte de los fondos vienen de un 25% de lo recaudado por el Aporte Solidario, y el resto son partidas presupuestarias de la Secretaría de Energía de la Nación, que fueron dirigidas o pasadas a Enarsa", explicó, respecto del financiamiento de la obra.
Admitió algunas demoras, pero las consideró menores. "El cronograma sigue vigente y se debería estar sustituyendo importaciones a partir del 20 de junio de 2023. Para esa fecha, ya estaría en condiciones técnicas y operativas para hacer el transporte de gas", dijo.
La construcción del gasoducto "Néstor Kirchner", que permitirá aumentar la capacidad de transporte de gas desde la formación de Vaca Muerta hacia distintas localidades del centro del país, había sido anunciada a fines de abril por el presidente, Alberto Fernández.
La obra permitirá en su primera etapa incrementar la capacidad de transporte en 24 millones de m³ de gas diarios, para reemplazar la importación de combustibles y para fortalecer el abastecimiento de usuarios y de usinas de generación eléctrica que abastecen el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA).