Sara Emilia Mata, Doctora en Historia y profesora emérita de la Universidad Nacional de Salta, estudió durante más de 20 años el período protagonizado por Martín Miguel de Güemes. Publicó numerosos libros, como “Los gauchos de Güemes: guerras de independencia y conflicto social”. En conmemoración de un nuevo aniversario de la muerte del prócer, Mata analizó su figura y su legado.
“A Güemes se lo tuvo en cuenta muy circunstancialmente, como un caudillo en el norte que había participado de las invasiones realistas en los territorios de Salta y Jujuy. De allí la idea de defensor de la frontera, pero en realidad esos eran territorios de vanguardia y retaguardia de ambos ejércitos: tanto del Ejército Auxiliar del Perú organizado por Buenos Aires, como del Ejército Real del Perú, organizado por el Virrey del Perú. Es decir, esas invasiones nunca lograron pasar. A Tucumán sí llegaron cuando en 1812 Belgrano los detiene en la famosa Batalla de Tucumán y nunca más volvieron a llegar hasta ahí. La idea de que Güemes fue un defensor de la frontera norte se impuso muy fuertemente -tan fuertemente que la Gendarmería Nacional se llama Martín Miguel de Güemes- pero en realidad en ese momento no existe frontera de ningún país, no existen los Estados nacionales que van a surgir en la mitad del siglo XIX. Hablamos del territorio del antiguo del Virreinato del Río de la Plata que llegaba hasta el Desaguadero, entonces aquí no hay frontera, hay un territorio en guerra oficial de vanguardia o de retaguardia según uno y otro ejército que se encontraron ocupando y controlando el espacio. Analizarlo así es verlo con ojos actuales, es analizar el pasado desde el presente y desde el resultado”, explicó sobre la idea de que Güemes fue un defensor de la frontera norte, como muchas veces se lo citó.
“Güemes está inserto en el proceso emancipador de América del Sur”, insistió la investigadora del Conicet. “En 1816 él se suma el proyecto sanmartiniano, que suspende una nueva excursión en territorio altoperuano del Ejército Auxiliar y organiza un ejército en Mendoza para cruzar los Andes y recuperar Santiago de Chile. Entonces la función de Güemes es defender este territorio mientras se fortalece un ejército en Los Andes para cruzarlos”.
- En su búsqueda sobre la documentación existente sobre Güemes, ¿hay alguna frase de él que te haya quedado grabada?
- Me pareció sumamente significativa una frase que Güemes escribe cuando está enfrentado con el Directorio en Buenos Aires, en 1815, donde dice -y no es textual esto que recuerdo pero es algo así- que él defiende la independencia de su provincia -y entendamos independencia como la autonomía del poder-, pero que la soberanía debe ser una, porque si se fragmenta en múltiples soberanías va a sobrevenir el caos. Es decir, él se sumaba a un proyecto de comunidad política mucho más amplia, que excedía su provincia.
- ¿Por qué Güemes queda relegado durante mucho por la historia?
- Quedó relegado porque la élite salteña, que propició su muerte en combinación con esa partida realista que ingresó a Salta y lo sorprendió, lo denostó muy duramente y durante todo el siglo XIX. Entonces recién a principios del siglo XX podemos decir que se comienza a recuperar su figura, con Benita Campo y Bernardo Frías. De a poco se va reconociendo la importancia que tuvo. A Güemes no se le puede negar que estaba absolutamente convencido de la causa revolucionaria.