“¡Qué linda noche en La Ciudadela! Contento por la vuelta, pero más que nada por el triunfo de este gran grupo. ¡Todos juntos hasta el final!”. Rodrigo Gómez está feliz y se le nota. Sonrisa ancha fuera de la cancha y muchas ganas cuando le toca saltar a escena, “Droppy” posteó un mensaje sentido en su cuenta de Instagram y recibió la aprobación de algunos de sus compañeros. “Claro, amigo”, le comentó Hernán Pellerano; “tremendo, enano”, le dijo Fernando González.
Cuando al duelo con Brown de Adrogué le quedaban 17 minutos, ingresó en reemplazo de Juan Imbert cargado de energías. Pidió cada pelota, se juntó con “Tino” Costa e intentó demostrar que está para aportarle cosas positivas a un San Martín con sueños de Liga Profesional. Esas ganas le jugaron, tal vez, una mala pasada; porque en las primeras tres intervenciones entregó mal dos pelotas.
Sin embargo, después se asentó, aportó lo suyo y estuvo cerca de marcar el 3-1, aunque su derechazo se fue algo ancho sobre el palo de un Horacio Ramírez que parecía vencido. “Estoy contento de sumar mis primeros minutos en mi regreso, pero lo más importante es que el equipo ganó”, aseguró, contento por haber confirmado que no se había equivocado cuando decidió pegar la vuelta a Bolívar y Pellegrini. “Estoy muy agradecido con la gente y con el cariño que me demuestran. Todo esto lo puse en la balanza a la hora de tomar una decisión. Eso también fue clave para dejar de lado otras alternativas que tenía”.
El día en el que volvió a pisar el césped de La Ciudadela, San Martín fue una fiera. Ganó un partido clave con autoridad y demostró que quiere dar pelea hasta las últimas consecuencias por los primeros puestos. “Vine a dar una mano para tratar de lograr el objetivo. Mi idea es apoyar a mis compañeros desde donde me toqué y siempre entregar lo mejor”, dice “Droopy”, quien el pasado lunes intentó ponerse el equipo al hombro justo cuando el “Tricolor” presionaba por llegar al empate. “Después del gran primer tiempo que hicieron los chicos y de haber aumentado la diferencia, ellos encontraron el descuento e intentaron ir por todo. La situación obligaba a que nosotros apostemos un poco más a la tenencia y es lo que intenté aportar cuando me tocó entrar”, remató.
El “Santo” recuperó la condición de escolta y achicó a seis los puntos de diferencia con el líder Belgrano. Cuando restan 19 estaciones para llegar al final, la ilusión está más sólida que nunca en La Ciudadela. Gómez apuesta todo a ganador y lanza algunos tips para tener en cuenta de cara a los últimos pasos del camino. “Este triunfo es importante, como también lo es pensar en nosotros. Debemos ir partido a partido; sumando siempre. Este es un torneo muy largo y todos los equipos tienen altibajos. Si logramos sumar muchos puntos de acá al final, podemos llegar con muchas chances de conseguir el objetivo”, concluye “Droopy”, ese que al igual que aquel personaje creado por Tex Avery, se mantiene calmo y paciente; enfocado solamente en la meta principal que tienen todos en La Ciudadela. Esa que también pesó a la hora de decidir su regreso.
Juez confirmado
Chacarita-San Martín será controlado por Ramiro López, un árbitro del que no tienen buenos recuerdos en La Ciudadela. Los últimos cinco partidos que López dirigió al “Santo”, el equipo no pudo ganar: acumula tres empates y dos derrotas. Esta temporada, estuvo en los juegos contra Alvarado (1-3) y Quilmes (2-2).
Parte médico
Hernán Pellerano dejó el campo el lunes debido a una contractura en el isquiotibial derecho. Anoche le realizaron una resonancia para descartar una lesión mayor. En tanto, Valentín Larralde (desgarro isquiotibial izquierdo) y Juan Jaime (esguince de rodilla izquierda) son los otros lesionados que tiene el plantel.