“Es muy temprano para hablar de campaña”, adelanta Elisa “Lilita” Carrió, referente de Juntos por el Cambio (JxC), antes de cualquier pregunta sobre el tema, pero advierte que no será candidata el año que viene. “Salvo que la situación del país o algún evento extraordinario me obligue a tener una candidatura en las PASO. La situación de la Nación tendría que ser demasiado crítica y la confianza en mí demasiado grande, serían las dos condiciones y hoy no existen ni la confianza en mí demasiado grande ni la crisis lo amerita”, aclara.
“Lilita” invita a que la entrevista sea en balcón de la habitación donde se hospeda en Yerba Buena, al aire libre, para fumar y aprovechar el clima otoñal. Antes de comenzar le llevan un sándwich de ternera que -aclara- sólo puede comer cuando viene a Tucumán. Después del primer bocado explica que está en la provincia como parte de una gira por el norte argentino. Salió hace dos semanas y empezó en Córdoba, después pasó por Catamarca, Salta, Jujuy y hoy parte a Santa Fe. “Y después me voy a dormir dos semanas. Pero vengo en auto para saber el estado de la nación”, dice.
Su paso por el Norte Grande le dejó buenas sensaciones, al menos mejores de las que esperaba: “pensé que iba a encontrar mucha más grieta”. “Recorrí la nación en el 2002 y era terrible. A mí me tocó recorrerla y fue muy duro. Hoy las provincias están concentradas en sí mismas. No hay ese ambiente de locura que se ve en la televisión, en la disputa política”, afirma.
Internas en la oposición
En la oposición sobran figuras con posibilidades de candidatearse a la presidencia, en especial luego de que haber ganado la elecciones de medio término en 2021 haya generado la ilusión de alcanzar la Casa Rosada en muchos líderes de JxC. Esto provocó fuertes cruces entre referentes, como el que protagonizaron Mauricio Macri y Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, la semana pasada. “No me ocupo de los cruces. Ya se van a amigar”, dice Carrió al respecto.
Su rol en los comicios del próximo año será muy distinto al que nos tuvo acostumbrados, participando casi siempre como una de las candidatas de mayor proyección. Hoy su lugar es distinto. “Estoy tratando de ayudar a mantener la unidad y a que el año que viene puedan haber elecciones libres, abiertas y disputadas en la interna. Acompañaremos a la candidata o al candidato que surja electo”, afirma, y se detiene en la importancia de mantener la unidad. Es consultada sobre el tema, si peligra esa unión, y es tajante: “no, la unidad está garantizada”.
“Así que acá estamos... Tratando de evitar rispideces. Sobre todo debates públicos innecesarios entre nosotros que no forman parte de una realidad concreta”, añade.
El sistema electoral, sin embargo, da la posibilidad a los frentes de que seleccionen a sus candidatos a partir de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), mecanismo que JxC usará, según dice Carrió. “Creo que si hay buenas ofertas en JxC se puede llevar el 60% o 70% esa interna, aunque después no se saque ese porcentaje en la general”, asegura.
El Frente de Todos, mientras, protagoniza una fractura más encarnizada, ya que el Presidente y la Vicepresidenta están distanciados. La fragmentación actual del oficialismo, sin embargo, no implica para Carrió que en 2023 esté expresado en las candidaturas: “el PJ parece que se divide, pero después se une”.
Su experiencia política, por otro lado, le sugiere que no es momento para hablar de posibles candidatos, sino de los problemas importantes que hoy atraviesa el país. Y se refiere al de Alberto Fernández como “un Gobierno que no existe en los hechos”, y es por eso que considera como el principal objetivo que el Presidente termine su mandato. “Que termine y que haya elecciones libres y disputadas, que exista la boleta única y que se trabaje en los programas de gobierno”, enfatiza.
“El hombre que más me persiguió políticamente fue Alberto Fernández. Ahora yo no personalizo, una buena república soporta hasta los peores presidentes. Si una buena república lo hace quiere decir que la continuidad histórica se garantiza y eso permite que nuevas generaciones formadas gobiernen el país, cualquiera sea el partido”, explica.
En Tucumán
A la hora de hablar sobre la política provincial Carrió se acuerda antes que nada de un solo nombre: Juan Manzur. “Tienen un tucumano en la jefatura de Gabinete que nunca va a poder justificar su patrimonio. Nunca vi un tipo tan enriquecido públicamente, que empezó siendo empleado en el conurbano bonaerense. Es una cosa impresionante. Vamos a presentar la denuncia por enriquecimiento ilícito contra Manzur”, cuenta.
“No puedo explicar mucho porque esto lo hace el organismo de investigación de nuestro partido, pero vi la cantidad de sociedades en las que está involucrado y por lo menos son 300”, indica. Sostiene, además, que la sociedad de Tucumán “lo premia por ser corrupto”.
A su vez, los opositores tucumanos parecen no ocupar mucho tiempo en su cabeza. Con algunos dice tener buena relación, a otros todavía ni siquiera los conoce. Del intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, pregunta si es pariente de su “gran amigo”, el ex diputado Rodolfo Martín Campero (es sobrino), y lo reconoce a partir de eso. Se refiere como “el nuestro” a José Cano, pero debe esforzarse para recordar su nombre. “‘¿Cómo se llama el nuestro?’”, pregunta a los demás presentes. Ya con la respuesta, sigue: “con José Cano nos peleamos y nos amigamos”. “Al que nunca voy a conocer es a (Germán) Alfaro, obvio. ¿Por qué? Porque uno elige a quién conocer y a quién no”, dice y suelta una breve risa.
Modas que matan
En la política argentina irrumpió un fenómeno que creció exponencialmente en los últimos tres o cuatro años: los ideales libertarios, representados por el diputado Javier Milei. “Hay modas que matan”, interrumpe antes de que siquiera se lo nombre.
“Hay modas que matan -insiste-. Yo no tengo problemas con el chico, que no es tan chico porque tiene 50 años, pero la verdad es que en el razonamiento del anarcocapitalismo de él (que no es de Von Hayek ni de Mises porque ellos hablan del Estado y de la ley como una seguranza) podemos hacer lo que queremos, el derecho al goce ilimitado, por eso la juventud lo sigue. Si querés violar violá, si querés robar robá, si querés vender tus organos vendé, y ahí es donde te vas directo al genocidio. ¿Porque qué es la venta de organos? Es una ignominia humanista. Es que los órganos sanos de los pobres de Argentina sean vendidos por chirolas a los ricos que necesitan trasplante”, explica para resumir su idea.
La Corte y Cristina
Carrió es consultada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) y la propuesta de que esté conformada por 25 miembros, algo que rechaza contundentemente. Y, apenas responde, aprovecha para hablar de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “La Corte de 25 miembros es una locura. La pobre Cristina está desesperada. El proyecto además de inútil es de una ignorancia... Bueno ella siempre fue ignorante”, dice.
“Lo que pasa es que habla con autoridad de cosas que no sabe. Hablar bien y de corrido no es tener conocimiento. Los grandes sabios no hablaban, eso sí es tener conocimiento”, agrega.
Por último niega resentimientos y describe lo que piensa de ella: “tuve que denunciar porque la corrupción era enorme, pero lo cierto es que siento pena por ella porque no tiene amigas, no puede recorrer el país, no puede salir de su departamento, y no es fácil. No es fácil haberte hecho tanto daño a vos mismo. Ella no ha tenido inteligencia emocional para manejar su vida. La verdad es que no puedo tener ni rencor, y menos con sus hijos, que son víctimas de padres adictos al poder”.
Sin cargos: responsabilidad
Elisa Carrió dice que se retiró de los cargos públicos, aunque sigue estrechamente ligada a la política. “Trabajo por una nueva generación, por eso fui la única que se retiró a los 62 años. A ver, me retire de los cargos, no de la responsabilidad y eso lo tienen que saber toda la nación”, explica.
“Soy la fracasada más exitosa del país”, considera de sí misma y no tarda en explicar la afirmación en pocas palabras: “lo soy porque he perdido elecciones pero sigo siendo una autoridad en la nación. Yo mantengo el poder sin cargos, no necesito cargos para mantener la autoridad”.