Tenía que ganar y no falló. San Martín superó a Brown (A), volvió al segundo puesto y recuperó la confianza en un partido complicado, que resolvió rápido. El equipo que conduce Pablo De Muner fue intenso en los primeros minutos y después manejó el partido, sin resignar su vocación por buscar el arco visitante. La apuesta por Juan Imbert salió redondita: figura y gol, para un jugador que venía relegado y con pocos minutos. Aunque el plantel sostenga que no piensa en Belgrano, es innegable que después cada triunfo se mira de lleno la tabla. Saben que el líder puede flaquear, pero para sacarle provecho el “Santo” deberá repetir la actuación de anoche. Corre de atrás y no tiene presión. “No tenemos nada que perder”, sintetizó Lucas Diarte luego del juego para justificar ese “plus” que vio en sus compañeros para no volver a fallar.
Al torneo le queda poco más de la mitad y, con la llegada de los refuerzos, San Martín espera potenciar sus cualidades para alcanzar el único objetivo que se puso al inicio del torneo. No tiene más remedio que acumular victorias y si consolida sus buenos pasajes de juego con contundencia, podrá animarse a soñar con alcanzar ese barco “Pirata” que parece navegar sin freno a la Liga Profesional. El próximo fin de semana, Chacarita será otra medida para confirmar si el “Santo” está para grandes cosas o si todavía necesita madurar aún más para treparse en la pelea por el primer puesto. En Ciudadela se fueron festejando. Saben que se dio un paso más, pero que el camino sigue siendo largo.