Los movimientos fueron casi imperceptibles para el ojo desprevenido. Puertas adentro, sin embargo, hicieron ruido y en el jaldismo y el alfarismo se enhebraron y se tejieron especulaciones. Las últimas noticias sobre el vínculo entre el gobernador Osvaldo Jaldo y el intendente capitalino, Germán Alfaro, daban cuenta de que la relación política, antes cordial, pasaba por su peor momento. Los últimos capítulos públicos de la relación habían estado marcados por la tensión y las críticas cruzadas y un “no saludo”. Las tareas institucionales entre las administraciones que ambos encabezan habían tenido también algunos cortocircuitos.
Recientemente, hubo dos episodios que podrían haber dado cuenta de un posible acercamiento. Hace 10 días, el Municipio inauguró el Centro de Monitoreo de cámaras de seguridad. Llamó la atención que concurrió el ministro de Seguridad provincial, Eugenio Agüero Gamboa. Llamativo, sí, pero no tanto teniendo en cuenta de que se trata de un funcionario técnico. Se podría interpretar que, como los dispositivos trabajarán en coordinación con el 911, era lo esperable. El viernes se sumó una cita más contundente por sus protagonistas: el secretario de Obras Públicas de la Ciudad, Alfredo Toscano, fue recibido en la Casa de Gobierno por el ministro del área provincial, Fabián Soria, y el coordinador de esa cartera, Marcelo Caponio. En el Municipio sostienen que inicialmente el encuentro estaba previsto sólo entre Soria, ministro cercano al jefe de Gabinete, Juan Manzur, y Toscano. El diálogo, sin embargo, se habría centrado en Caponio y Toscano. Entre los temas que se trataron está la entrega de la obra de los túneles de la Córdoba y la Mendoza; las mejoras en el sistema de cloacas de la calle 9 de Julio para que pueda comenzarse con la semipeatonalización y los trabajos para eliminar la rotonda de Camino del Perú, entre otros.
Las interpretaciones en ambas veredas son similares. En la sede del Ejecutivo aseguran que Jaldo autorizó ambos encuentros, para tender un “puente institucional” y que, a partir de ahora, las reuniones bilaterales serán más habituales. En la Intendencia entienden que finalmente se respondió a lo que venían solicitando formal e informalmente.
¿El acercamiento también es político? ¿Se limarán asperezas entre Jaldo y Alfaro? La respuesta es coincidente en ambos espacios: no. Entienden que lo institucional corre en paralelo a lo político, sin cruzarse en absoluto. No es la intención de ninguna de las partes. En ambos entornos reconocen que recomendaron a los protagonistas no pelear, porque el ánimo social no tolera ese tipo de confrontaciones. Saben, de todas maneras, que las discusiones pueden repetirse eventualmente porque tanto Jaldo como Alfaro tienen mucho temperamento.
“Sólo hay una tregua institucional para sacar los heridos y después retomamos. Es un instante”, grafica un hombre que transita los pasillos de la Provincia y que sigue de cerca la relación. En el jaldismo aseguran que quien abrió el frente hostil fue Alfaro al cuestionar la gestión del gobernador y tildarlo de “temeroso” ante Manzur. Consideran que así busca ganar notoriedad. Dirigentes cercanos al despacho gubernamental dan por sentado que no habrá una reunión entre ambos. Celebraron que el Municipio se involucre en temas de seguridad, como aportan otras administraciones.
En 9 de Julio y Lavalle interpretan la señal como un intento de Jaldo de bajar la intensidad de los entredichos. “Tienen tantos frentes abiertos con la inseguridad y el gasoil que este parece innecesario en este momento”, dice un colaborador de Alfaro. Interpretan que Jaldo ataca a Alfaro porque lo ve como el principal rival para pelear la gobernación. En el Gabinete saben que lo sucedido no implica acortar distancias políticas. De hecho, todo lo contrario.
Municipio en alerta
En la gestión capitalina dan como ejemplo dos situaciones para explicar por qué no confían en que la relación política con la Provincia mejorará. Apuntan directamente a Jaldo. El que consideran más grave tiene que ver con la seguridad de las dependencias. Mientras el intendente estaba en Buenos Aires, el Ejecutivo Municipal recibió esta semana una carta documento de la Dirección General de Policía Adicional comunicando que rescindía el convenio de junio de 2021 (solía renovarse periódicamente). De acuerdo con el texto firmado por el comisario general Diego Brandán, el motivo sería que los agentes de la Fuerza que prestaban servicios no querrían seguir haciéndolo porque se les adeudaría dinero para cubrir esos trabajos adicionales correspondiente al período enero-marzo de 2022 y diferencias de marzo y abril 2021 ¿Qué significa? Que, desde el viernes, 38 dependencias están sin custodia. Entre ellas se encuentran desde la propia Intendencia y oficinas de recaudación hasta edificios en sitios inseguros y espacios públicos. Alrededor de 200 policías cumplían guardias diurnas, nocturnas o 24 horas. Según los expedientes oficiales, los pagos sumarían $10 millones por mes, es decir, $120 millones anuales. Por estas horas, las autoridades evalúan soluciones. No descartarían dialogar y reentablar las relaciones mediante un nuevo acuerdo o bien, contratar guardias privados. La modalidad de la medida y que no haya habido un diálogo previo generó irritación. No recuerdan antecedentes similares.
La otra situación tiene que ver con la “migración” de dirigentes peronistas de la gestión alfarista hacia el oficialismo provincial. Para un lado es “robo” y para el otro, “escape”. La última en presentar su renuncia, el viernes, fue la profesora Susana Montaldo. En la Casa de Gobierno confirmaron que asesorará al equipo del Ministerio de Educación. En el jaldismo afirman que esperaban esa sangría tras la foto de Alfaro con Ricardo Bussi y tras su acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta. “Son peronistas y quieren volver a un Gobierno peronista, no macrista”, dijo una alta fuente del Ejecutivo. Hasta el momento suman ocho los dirigentes y, según prometen, habría nuevos pases pronto. En el alfarismo restaron importancia a las partidas y expresan que quienes se fueron no tendrían “peso territorial”. “Nos ayudan a ahorrar”, bromean en los pasillos.
Agenda
En la sede del Ejecutivo provincial destacan que la relación Jaldo-Manzur es inmejorable y que ambos están abocados a la gestión. En el despacho central afirman que Jaldo seguirá sólo concentrado en los asuntos que lo desvelan: gasoil, transporte e inseguridad. Los fines de semana el mandatario se aboca a participar de recorridas en el interior.
Dirigentes con llegada al mandatario afirmaron que durante la semana estuvieron analizando de manera inicial algunas alternativas para las celebraciones por el 9 de Julio. Aunque todo puede cambiar por la coyuntura nacional, vendría el presidente Alberto Fernández y parte de su equipo. En términos generales, habría dos alternativas dependiendo del humor social. La que más chances tiene es la de que concurra a los actos protocolares y luego, a un desfile cívico en el Parque. La otra, con menos posibilidades, implicaría el homenaje a los próceres de la Independencia y un acto con tinte político.
En la Cámara, por otro lado, se alistan para una sesión, el miércoles, que tendrá un temario acotado. Además de dar acuerdo a los pliegos de futuros jueces se avanzaría en el aval a un DNU vinculado al transporte de cargas. La herramienta del Ejecutivo llegó el miércoles y prevé beneficios impositivos por un año. Jaldo se había comprometido a esa medida, entre otras, que fueron determinantes para que se levantara el paro.