11 Junio 2022
ESTUDIOS. A partir de 1979 se hicieron pruebas de mezclas naftabioetanol, cuyos resultados el Gobierno provincial utilizó para iniciar la venta de alconafta. la gaceta / archivo
Los directores Técnico y Asistente en Tecnología Industrial de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Daniel Ploper y Marcelo Ruiz, respectivamente, participaron del lanzamiento del Programa Transición Energética 2050 de Córdoba, que se realizó en la localidad de Alta Gracia, en esa provincia.
En este evento se anunciaron los avances de la implementación de un ambicioso programa para consumo voluntario de biocombustibles, basados en Biodiesel 100% (Biocba) y Bioetanol 85% (Beta E85), que tienen como fin incrementar el uso de dichos combustibles y consolidar la producción en la provincia mediterránea.
LA GACETA Rural entrevistó a las autoridades de la Eeaoc que participaron del lanzamiento. En particular, con el objetivo de conocer la real importancia del desarrollo de los biocombustibles en Tucumán y cuál es el futuro que depara a nuestra provincia para que se consolide como productor de bioenergías.
Inicios
En referencia a estos temas, Ploper, Ruiz y Federico Frank Colombres -de Ingeniería y Proyectos de la Eeaoc- afirmaron que la entidad agrocientífica registra antecedentes de investigaciones sobre el bioetanol como combustible desde la década de 1920, cuyos resultados fueron publicados por William Cross.
Posteriormente, a partir de 1979, se creó en el área industrial en la institución una sección denominada Agroingeniería, que tuvo a su cargo una serie de pruebas experimentales referidas al comportamiento de mezclas nafta-bioetanol como combustible, en automóviles equipados con motores Otto, con sistema de carburación, en colaboración con la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Tucumán.
Estas pruebas permitieron llegar a conclusiones que el Gobierno provincial presentó como antecedentes para iniciar la venta de estas mezclas, denominadas alconaftas. Para su concreción, se realizaron marchas con vehículos por diferentes zonas del país. Esta labor estuvo organizada en tres proyectos diferentes:
A) Prueba móvil normal: consistió en el empleo de alconaftas en vehículos usados pertenecientes al parque oficial, que originalmente usaban nafta común. Se mantuvieron, como testigos, unidades similares que continuaron empleando el combustible original. Los resultados generales fueron satisfactorios, encontrándose sólo pequeños inconvenientes fácilmente subsanables.
B) Prueba móvil especial: su objetivo básico fue determinar desgastes y detectar características particulares que se produjeran durante marchas controladas por 100.000 kilómetros de rutas del país. El combustible de referencia fue la nafta común, y se testeó alconafta equivalente a la común, de 83 octanos, pero con un 15% de bioetanol anhidro. Durante las pruebas, se registraron 11 parámetros diferentes a fin de controlar una marcha normal. Las conclusiones a las que se arribó constituyeron las bases de información que el Programa Alconafta requería para iniciar el uso masivo de alconafta en toda la provincia.
C) Prueba de motores en laboratorio: se obtuvieron resultados parciales positivos en experiencias realizadas hasta el año 1981, referidas al reducido desgaste de piezas y la menor presencia, de un 50% menos, de residuos de la combustión en los motores, a comparación de los residuos registrados en motores operados solo con nafta. En materia de consumos en kilómetros por litro (km/l), se pudieron observar resultados similares cuando se empleó nafta y alconafta.
Laboratorio único
La Eeaoc continuó con sus labores de investigación en sobre bioenergías hasta que en 2011 se inauguró el Laboratorio de Calidad de Biocombustibles que fue creado con el objetivo de dar respaldo analítico a las especificaciones de calidad establecidas en el Artículo 8º de la Ley Nº 26.093, referida a la generación de nuevas alternativas de energías renovables, como es la producción de Bioetanol a partir de la caña de azúcar.
Este laboratorio, considerado el único oficial del país, cubre todos los requerimientos analíticos de calidad de alcohol anhidro, establecidos por la Secretaría de Energía de la Nación. Estas determinaciones permiten satisfacer la demanda de las destilerías de la región y de las compañías petroleras que emplean el bioetanol anhidro.
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