El problema por el alza sostenida de precios en la Argentina no tendrá una solución en el corto plazo, según se desprende los conceptos expresados este jueves por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al margen de esto, en el organismo expresaron su conformidad por el cumplimiento de las metas fijadas en el acuerdo con el Gobierno del Frente de Todos (FdT) para el primer trimestre.
El vocero del organismo, Gerry Rice, afirmó en su habitual conferencia de prensa en Washington que, para seguir cumpliendo con las pautas del programa firmado a fines de marzo, la administración de Alberto Fernández se comprometió a “redireccionar” algunos aspectos del gasto público e “implementar” medidas adicionales, sobre las que no brindó detalles.
Si se avanzara con esta flexibilidad en términos de los tiempos para llegar a fin de año, propia de un programa que el FMI firmó para que el país no caiga en default y poder pensar en otro más exigente en 2024, no habría necesidad de pedir un waiver para recibir los próximos desembolsos, según consignó Infobae.
El funcionario dijo que “no hay fecha determinada para llevar esta revisión al directorio, aunque normalmente lleva entre tres y seis semanas”, un calendario ajustado para las necesidades financieras del Gobierno, que tiene vencimientos con el organismo a fines de este mes y a principios del próximo.
Además, Rice subrayó que “los objetivos anuales no cambiaron” en términos de metas fiscales, política monetaria y acumulación de reservas internacionales en el Banco Central, un objetivo que comparte con el ministro Martín Guzmán para “anclar expectativas”, en un contexto complejo.
“Dado el efecto de la guerra en Ucrania, y el tema estacional, se revisarán las metas trimestrales; en términos prácticos reflejará este shock, aunque sin cambios en la pauta anual: esto pasa en términos regulares en los programas del FMI”, afirmó Rice.
Sobre la inflación, acordada a fines de marzo en el 48%, brindó indicios sobre los niveles finales a los que podría llegar el alza de precios en Argentina. “Nuestras proyecciones han sido revisadas en la discusión y dado los cambios incluida la guerra, (seguramente se actualizarán)", remarcó.
De hecho, los analistas prevén más del 70% para este año y algunos como FIEL la proyectan en el 80%, frente al 33% calculado por el Gobierno a fines del 2021.
El FMI dará a conocer sus proyecciones globales el próximo mes, pero el Banco Mundial y la OCDE ya anticiparon pronósticos de desaceleración del crecimiento global y tensiones inflacionarias hasta el próximo año por lo menos, atado al desarrollo del conflicto bélico, los flujos de comercio global y eventuales nuevas cepas de covid-19, señala un informe de El Cronista.