Las fuerzas ucranianas se retiraron a las afueras de la ciudad industrial de Severodonetsk, ante un feroz ataque ruso, según el gobernador regional, lo que supone otro gran cambio de ritmo en una de las batallas más sangrientas de la guerra.
Rusia concentra sus tropas y su potencia de fuego en la pequeña ciudad oriental en las últimas semanas para asegurar la provincia circundante en nombre de los separatistas. Ucrania prometió luchar allí el mayor tiempo posible y dijo que la batalla podría ayudar a definir el curso de la guerra.
Tras afirmar que había hecho retroceder a las fuerzas rusas y haber asegurado la mitad de la ciudad en un contraataque sorpresa la semana pasada, el gobernador de la región circundante de Lugansk dijo el miércoles por la tarde que la mayor parte estaba de nuevo en manos rusas. “Nuestras (fuerzas) ahora vuelven a controlar sólo las afueras de la ciudad. Pero los combates continúan (...) es imposible decir que los rusos controlan completamente la ciudad”, dijo Serhi Gaidai a la prensa.
La policía ucraniana publicó imágenes que mostraban la evacuación de ancianos de Lisichansk. Las evacuaciones llevaban casi una semana cortadas por el bombardeo de la carretera principal de salida. Las fuerzas rusas tienen 10 veces más equipamiento que las tropas ucranianas en algunas zonas de Severodonetsk, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Oleksandr Motuzyanyk, en una sesión informativa. (Reuters)