Un paso atrás. Eso significó para San Martín el empate a cero con Defensores de Belgrano, en una noche brumosa en la que al equipo de Pablo De Muner se le nublaron las ideas para conseguir un triunfo imprescindible para no perder terreno.
Tras la fecha libre y la minitemporada en el complejo Natalio Mirkin, el “Santo” llegó al Bajo Núñez con la incomodidad de jugar con los resultados ya puestos de sus competidores directos.
Esa urgencia, de no perderle pisada al líder Belgrano y de recuperar el puesto de escolta ahora en manos de Brown de Adrogué no encontró traducción en una mejoría en el juego colectivo, más allá de que la visita hizo figura al arquero Mariano Monllor.
En la casa del presidente de la Primera Nacional, Marcelo Achile, la bruma fue gran protagonista.
Los bancos de niebla iban y venían, bailoteaban sobre esa pequeña “caja de zapatos” a la que rememora el estadio Juan Pasquale desde un par de horas antes del pitazo inicial.
La cercanía con el Río de la Plata profundizaba las malas condiciones, que pusieron en riesgo el inicio del cotejo e hicieron la vida difícil de espectadores presenciales y televisivos.
Tanto que a los 20 minutos, el árbitro Mario Ejarque tomó la decisión de interrumpir las acciones. Durante cinco minutos nomás, hasta que el línea “2” le confirmó que su visión había mejorado.
Y se siguió jugando. En realidad, el partido mejoró tras la interrupción, se hizo de ida y vuelta. En esa segunda mitad de la primera parte, hubo seis situaciones de gol, un ping-pong furioso que terminó con ventaja de 4-2 del “Santo”.
Darío Sand cumplió con su cuota de reflejos notables y frustró el festejo del anfitrión. Pero la ocasión más clara estuvo en los pies de Federico Jourdan, intratable en el juego, impreciso en la definición, durante ese lapso en que San Martín se hizo protagonista y le quitó el fuego (la pelota) al “Dragón”.
Iván Maggi tuvo una también: cómodo, cabeceó ancho un córner pícaramente ejecutado de forma rápida. Un rato después, De Muner decidió dejar al ex Racing en el vestuario, que Lucas Cano fuera la segunda “torre” de su nuevo esquema.
Como por arte de magia, la bruma se fue con sus molestias a otra parte en el complemento. Pero San Martín lució aún más confundido.
En ello tuvo mucho que ver el equipo de Pablo Frontini, que cumplió con su estrategia, poner incómodo a su huésped, tal como había admitido el lateral Nicolás Álvarez durante la semana.
Orden para defender y velocidad para atacar fueron los recursos de un “Defe” que lució mejor de lo que anunciaba su posición de mitad de tabla y que mostró credenciales al menos para pelear por un lugar en el reducido.
En fin, el conjunto de Bolívar y Pellegrini diluyó su juego en la segunda etapa. Y solo un par de veces estuvo cerca de romper el cero en el arco de un Monllor que agigantó su figura (hubo una atajada fenomenal ante Juan Miritello), en esa reacción final que ensayó la visita en el último cuarto de hora, a partir del ingreso de Juan Imbert.
Si mejorar su juego colectivo -en declive desde hace varias fechas- fue la pretensión de la minitemporada en Tucumán, el objetivo no fue alcanzado en el regreso a la competencia.
Y De Muner debe haber quedado preocupado, especialmente por el desteñido segundo tiempo de su equipo; sin volumen de juego, sin desequilibrio por las bandas en el uno contra uno, sin la rebeldía necesaria para no perder terreno en la tabla.
Otra vez “Tomate” apostó a un 4-1-3-2 (por momentos 4-2-3-1), con Maggi como segundo referente de ataque acompañando al goleador, esta vez inocuo, Miritello. Pero no hubo resultados positivos, tampoco con Cano en cancha (y después con el juvenil debutante Mauro Verón).
Y eso que esta temporada el Juan Pasquale lejos está de ser una fortaleza, apenas si el “Dragón” lleva cosechadas dos victorias como local en el certamen.
Habida cuenta de ello, acertar con los refuerzos (los ya cerrados y los aún por cerrar) será primordial para pegar un salto de calidad.
Llegando a la mitad de la interminable Primera Nacional, San Martín dejó de ser escolta de Belgrano, más allá de que Brown todavía debe quedar libre.
Lo bueno: el equipo del inoxidable Pablo Vicó será el próximo rival. El lunes, La Ciudadela vivirá una final.
RINCÓN "SANTO"
Cerca de suspenderse
El duelo de anoche corrió peligro. Una intensa bruma copó la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el juego contra el “Dragón” estuvo cerca de suspenderse. El juez Ejarque dio el visto bueno una hora y cuarto antes del horario estipulado.
Regreso a nuestra provincia
Luego del partido, el plantel retornó al hotel ubicado en la zona de Retiro, en donde los jugadores cenaron y pasaron la noche. Hoy, a las 13.10, abordarán el vuelo que los traerá nuevamente rumbo a nuestra provincia.
Vuelta a las prácticas
El grupo tendrá el día de hoy libre y mañana volverá a reunirse en el complejo “Natalio Mirkin”, para comenzar a pensar en el trascendental duelo del lunes (desde las 20.10, televisado por TyC Sports) contra Brown (A).
Preparados para volver
Juan Orellana (traumatismo de tibia con contusión muscular) y Tino Costa (tendinitis en el tendón de Aquiles izquierdo) son los únicos dos jugadores lesionados en el “Santo”. El defensor y el volante se quedaron en Tucumán acelerando sus recuperaciones y, la idea del cuerpo técnico es que se sumen a los entrenamientos en los próximos días.
Otros resultados
Los otros dos partidos que se disputaron durante la jornada de lunes, fueron: Deportivo Riestra 0-Deportivo Madryn 0 y Villa Dálmine 0-Temperley 0. Hoy, la fecha se cerrará en Isidro Casanova, donde desde las 18.10 Almirante Brown recibirá a Flandria.