El Poder Ejecutivo nacional enviará en los próximos días al Congreso el proyecto para gravar la “renta inesperada”, una iniciativa tributaria que apunta a regular las ganancias de grandes empresas generadas por el shock que provocó la guerra en Ucrania, que se aplicará a través de una sobre-alícuota del Impuesto a las Ganancias de Sociedades de Capital en el ejercicio fiscal 2022.
Ayer, el presidente Alberto Fernández encabezó junto a Martín Guzmán la presentación del proyecto de renta inesperada, elaborado para que paguen una alícuota aquellas empresas que hayan tenido ganancias extraordinarias a partir del aumento de los precios internacionales derivados del conflicto bélico por la invasión de Rusia a Ucrania.
Cuando se anunció la iniciativa hace un mes y medio atrás, el titular del Palacio de Hacienda señaló que el cobro de la alícuota por “renta inesperada” apuntaría a “las empresas que tienen ganancias imponibles superiores a los $ 1.000 millones anuales, el cual es una porción muy pequeña de todo el entramado de empresas”, advirtieron.
Y ayer, en lo que se entendió como un nuevo gesto de apoyo hacia la gestión de su ministro de Economía resistido por el kirchnerismo, Alberto Fernández presentó el proyecto con un fuerte mensaje al Congreso nacional para que debata y apruebe la norma que busca cobrarle un impuesto por única vez a las empresas.
“No estamos irrumpiendo con ninguna norma tirada de los cabellos, sacada de la galera”, afirmó el Presidente. “Estamos haciendo algo que el mundo hizo antes y hace ahora. Y no lo hacen los países que aplican regímenes no democráticos o que están volcados a la izquierda. Lo hace Gran Bretaña, Italia, lo plantea Estados Unidos. Siento que tenemos la obligación de dar este debate y el Congreso tiene la obligación de acompañar y sacar esta ley. No es una obligación del Frente de Todos. Es una obligación de todos los diputados y senadores”, señaló.
El equilibrio
Luego remarcó: “necesitamos que en una situación tan ingrata, que no sabemos cuando va a terminar, unos pocos no ganen tanto en desmedro de las inmensas mayorías”. “Cuando algunos ganan mucho y millones se empobrecen, eso no es una sociedad, se parece mas a una estafa”, añadió, y aseguró que su administración pretende con esto “equilibrar lo que se ha desequilibrado”.
Coparticipable
El primero en hablar fue Guzmán, quien comenzó con críticas a la gestión del ex presidente Mauricio Macri. Aludió, también, a la guerra entre Rusia y Ucrania y al impacto de esta sobre las economías del mundo. “La Argentina no está exenta. Hay sectores que se han beneficiado de la situación de la guerra. En general, ha habido un shock a la distribución de los ingresos y las riquezas. Si no se hace nada, la consecuencia es mayor desigualdad y sociedades que funcionan peor...”.
“El Estado debe cumplir su rol para una sociedad que progreso”, consideró Guzmán, y cuestionó a quienes se oponen a la iniciativa: “decir ‘me opongo a cualquier acción necesaria para que una sociedad no sufra mayor desigualdad’ es perverso y no nos representa”.
El ministro de Economía apuntó que otros países implementaron acciones similares a la de la “renta inesperada”; en especial, Estados Unidos e Italia. “Esto no es una cuestión de justicia social. Queremos que la economía crezca, queremos que las empresas crezcan, pero que el crecimiento sea compartido, que llegue a todos los trabajadores”, afirmó.
Y destacó el carácter federal del gravamen. “Este es un impuesto coparticipable; le permitirá tanto a la Nación como a las provincias contar con recursos para implementar políticas públicas en pos de una Argentina con más fuerza desde lo productivo y con mayor equidad social”, dijo.
“Se apunta a capturar parte de la ‘renta extraordinaria’ que no es producto de una inversión adicional, sino que es producto de la guerra, a efectos de poder atacar las principales problemáticas de la sociedad argentina y al mismo tiempo fomentar la inversión incluyendo condiciones que establezcan que si esa renta inesperada por la guerra se reinvierte, entonces la contribución que se haga sea menor”, explicó el ministro.
En lo que respecta al plano internacional, el Gobierno, al justificar el proyecto, señalo que el tributo ya fue aprobado este año en Italia mediante un impuesto a la “renta inesperada” aplicable a empresas energéticas, a partir de la cual se espera recaudar 4.000 millones de euros. Reino Unido anunció que buscará gravar la renta inesperada con una tasa del 25% a las compañías energéticas productoras de gas y petróleo.
Ganancia contable: primera condición para ser incluido
La iniciativa apunta a regular la renta inesperada, generada por el shock de la guerra en Ucrania, a fin de evitar una redistribución regresiva de los ingresos siendo el Estado el que los reasigne. El proyecto alcanza a empresas con Ganancia Neta Imponible o Ganancia Contable de más de $ 1.000 millones, y cuyo margen de utilidades sobre sus ingresos sea superior al 10% entre los años 2021 y 2022.
Una sobre alícuota: corresponde al ejercicio 2022
La nueva imposición tributaria es una sobre-alícuota del Impuesto a las Ganancias de Sociedades de Capital, aplicable al ejercicio fiscal 2022. Por eso, otra de las condiciones que deben tenerse en cuenta para que las empresas estén obligadas a pagar la renta es que haya tenido un aumento del margen de ganancia en el último año de, al menos, un 20%.
Se grava el 15%: la vigencia y la sanción de la ley
El texto elaborado por el Ministerio de Economía que conduce Guzmán y que será presentado como proyecto de ley en el Congreso, propone aplicar a esa renta una alícuota del 15%. Asimismo, las autoridades nacionales informaron que tendrá vigencia sólo para el ejercicio fiscal 2022, en base a los balances finalizados luego de la sanción de la ley y durante un año a partir de esa fecha.
Reparto de riqueza: según Hacienda, se afecta al 3,2%
Según el Palacio de Hacienda de la Nación, la medida recaudatoria solamente afectaría a una porción muy pequeña de las empresas: en 2021 le hubiera correspondido pagarla a un 3,2% de las compañías totales, aseguran. El eje central del mecanismo que el Gobierno quiere poner en ejecución, pasa por reducir la dinámica de concentración de la riqueza en pocas manos