Una vez más, Julieta Prandi se quejó de la falta de respuestas de la Justicia en la causa por alimentos y violencia familiar que inició contra su ex marido, Claudio Contardi, tres años atrás. La modelo dijo que ya pasó por tres juzgados y que aún permanece inactiva.
A través de Twitter, Prandi hizo su descargo: “¿Por dónde empezar? Llevo en esta lucha desde el 14/02/2019, el día que decidí irme de mi casa con mis hijos llevándome solo la ropa. ¿Huyendo de qué? De la violencia generalizada, de una muy mala e inverosímil película de terror”, escribió.
“Todos los expedientes que el juzgado original había ignorado o encajonado, y que la jueza del juzgado N° 5 luego había empezado a activar, ahora en el juzgado 2 parecen estar nuevamente durmiendo la siesta. Tomándose tiempos tan largos e inexplicables que no hacen otra cosa que generar sospechas. Ni siquiera se dignan a exigir que el padre cumpla con la cuota de alimentos. ¿En qué país vivimos?”, agregó.
Luego, la modelo y conductora habló con Intrusos en el Espectáculo (América) y afirmó: “Cada tanto uno tiene que descargar, sobre todo cuando pasan tantas incoherencias y desinteligencias legales. Evidentemente, este juzgado no tiene ganas de hacer lo que tiene que hacer y es la tercera vez que me cambian el juzgado. Estábamos en el 5 con una jueza que estaba empezando a trabajar y mover los expedientes. Misteriosamente, me vuelven a sortear, caigo en el 2 y desde marzo no se tomó ninguna medida”.
“En una entrevista que le hicieron a mis hijos el psicólogo del juzgado se tomo el atrevimiento de leerles una carta que le había dejado el padre; una cosa de locos. Lo denuncié y presenté un escrito para decir con qué autoridad y derecho a este hombre se le ocurre hacer de ‘paloma mensajera’ para desestabilizar a los chicos y no tuve respuesta todavía. Para lo único que me citaron es para dividir mis bienes, eso sí. Para que me paguen alimentos, se suspenda el régimen y se ordenen todas las cuestiones de violencia, no”, siguió.
Por último, contó que como Contardi tiene vía libre para ver a sus hijos, “para respetar la voluntad de los chicos, tengo que llamar a la policía porque no quieren ir. Tienen que pasar por esa situación”.
“Creo que hay una mano oscura en todo esto que lo está dilatando y que está tocando algún contacto, me hacen pensar mal lamentablemente. Estoy cansada de esperar que la justicia haga su trabajo”, finalizó.