07 Junio 2022
LOCURA TOTAL. Los jugadores e hinchas de La Querencia celebrando en la cancha principal de Natación la obtención del título del Desarrollo. El equipo de Alberdi jugó una final sin fisuras y se llevó la Copa. Foto de Diego Alvarez
Salvo contadas excepciones, las finales de rugby duran lo mismo que cualquier otro partido: 80 minutos. Lo que las diferencia del resto es que comienzan a jugarse mucho antes de que los equipos salgan a la cancha y el árbitro habilite el kick-off. Lo cierto es que todo comienza inmediatamente después de las semifinales. En esa semana que transcurre hasta el partido definitorio, los equipos se preparan física pero sobre todo mentalmente para dar el último paso hacia el objetivo. Que suele ser también el más difícil.
“Creo que estaba todo el mundo más ansioso que nosotros”, describe Maximiliano Birgi, capitán de La Querencia, la atmósfera que se vivía en esa semana que parecía eterna hasta la final del torneo Desarrollo con Tafí Viejo. Bastante comprensible tratándose de la primera final por una Copa de Oro en los 26 años de vida de La Querencia. Finalmente, el club de Alberdi pudo poner el último ladrillo a una temporada que quedará para el recuerdo de su gente. Superó 29 a 8 a su rival con un partido casi sin fisuras en cancha de Natación.
“El año pasado habíamos ganado la Copa de Plata, pero este es el primer título oficial nuestro. Si bien sabíamos todo lo que significaba, hemos trabajado durante la semana tratando de no pensar en eso, encarándolo de la manera más normal posible, como si fuera un partido más. Porque más allá de que fuera una final, el año no se terminaba acá”, cuenta Maxi.
Sacarse esa presión de encima es el objetivo de todo finalista, pero se sabe que del dicho al hecho es largo el trecho. No obstante, el equipo alberdiano logró plasmar el juego que quería en la jornada final, que había comenzado con la conquista de la Copa de Plata en manos de Monteros Voley (venció a Coipú 15-12). “Habíamos hecho una buena semana de entrenamiento. Estuvimos muy juntos con los chicos, hicimos actividades, y creo que esa unidad se reflejó en la cancha. Además, a lo largo del torneo fuimos de menor a mayor. Logramos terminar invictos en la que yo creo que era la zona más dura. De hecho, los dos finalistas de Oro salimos del mismo grupo. El grupo se fue encontrando a medida que pasaban los partidos. Jugar de local con nuestra gente también significó mucho, la pasamos muy bien y eso nos dio confianza”, comentó Birgi.
Ahora se viene el Regional Desarrollo, del que participarán los seis mejores tucumanos junto a cinco de Santiago, cuatro de Salta y tres de Jujuy. “Esperamos aprovechar los días que tenemos para recuperarnos, porque todos los equipos terminamos dejándolo todo. Ya cumplimos con el primer objetivo. Ahora vamos por el siguiente con muchas ganas”, cerró Maxi.
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