07 Junio 2022
Cada vez más seguido, LA GACETA en Whatsapp recibe videos y fotos sobre la cantidad de basura que se acumula a diario en los diferentes accesos a Tucumán. Son imágenes de microbasurales que circulan en las redes y que forman parte de una escena que ya tiene bastante tiempo sin que las autoridades se ocupen de resolver. Una muestra de esta desidia es la zona del acceso norte; es decir en el límite entre San Miguel de Tucumán y Las Talitas.
Todo tipo de residuos de plásticos y de papel se acumulan y van rodando empujados por el viento a los costados del camino. Quizás quienes se trasladan en auto no pueden ver la magnitud del problema, pero quienes viajan diariamente en ómnibus son testigos del estado de abandono que tiene esa zona, donde nadie se hace cargo de la limpieza. Desde una altura mayor, como viajar en ómnibus, permite observar la acumulación de basura al costado de la ruta.
Es cierto que una ciudad limpia no es la que se limpia todos los días, sino la que menos se ensucia. Vale decir que, además, de la responsabilidad de las autoridades, también está la irresponsabilidad de los ciudadanos que no tienen consideración al arrojar residuos en el camino. Las fotos que circulan por los grupos de Whatsapp muestran el penoso estado en que se encuentran algunos de los accesos a la capital tucumana. Las imágenes revelan la gran cantidad de residuos en esas zonas. Para quienes llegan a Tucumán por vía aérea el traslado desde el aeropuerto internacional Benjamín Matienzo hasta el centro es otra postal de la vergüenza. A la basura que puede verse a los costados del cauce del río Salí se suman el tránsito habitual de los carros con tracción a sangre.
La bienvenida a los viajeros que llegan a la provincia no es la mejor. Estos inconvenientes que tienen las entradas a la ciudad afectan a la actividad turísticas. Quién querría volver a una ciudad en la que la basura está por todos lados. Las escenas cotidianas dicen mucho: descontrol en el tránsito, mal aspecto, peligro, agua sucia y más. Los accesos a la capital son lamentables. A pesar de las críticas que se repiten año tras año, la situación no cambia. Eso sí, hay diferencias, pero hay mucho por mejorar.
Los automovilistas que transitan todos los días por estas zonas pueden observar asfalto levantado, baches y desagües mal tapados. Estos son problemas recurrentes, tal como sucede en varios barrios de la capital. Quienes los recorren a diario saben por dónde transitar y cómo esquivar los obstáculos, pero el problema se potencia en el caso de los automovilistas que desconocen el territorio. Y sobre todo en puntos estratégicos como los accesos a la ciudad.
Tal vez sea necesario organizar grupos de trabajo entre los municipios vecinos: la capital con Las Talitas para el caso del acceso norte. También la Municipalidad de San Miguel de Tucumán con la ciudad de Alderetes para el caso del ingreso por el Este, entre el aeropuerto y la capital tucumana. Las roturas del asfalto, además del castigo que le propinan al tren delantero de los vehículos, se relaciona con la inseguridad. González relató que cuando autor y motos frenan ante los pozos aparecen los ladrones.
En lo que respecta al acceso Sur ubicado en calle Jujuy y Florida, la falta de señalización es un llamado de atención junto con los baches que los vecinos llenan con piedras, ramas y troncos, para alertar a los conductores. Los memoriosos todavía recuerdan la polémica que desató la modelo tucumana Lara Bernasconi en 2011, cuando escribió en su cuenta de Twitter sobre la basura como bienvenida a la provincia. “El acceso a Tucumán da asco por tanta basura que hay tirada. Políticos hagan algo. Basta!” fue el mensaje que repercutió tanto que luego se organizaron operativos de limpieza. ¿Acaso hay que esperar otro tuit la modelo para recuperar el aspecto de aquella ciudad a la que se supo llamar El Jardín de la República?
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