Horas de tensión durante la toma de la Escuela de Enfermería: hubo acusaciones y forcejeos
En la Escuela de Enfermería de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) se vivió una jornada de tensión y cruces de acusaciones. En el día 10 de la toma, los alumnos denunciaron incidentes en el edificio de calle General Paz al 800. La comunidad escolar, acompañada por los docentes universitarios y organizaciones políticas, realizaron una protesta en la vía pública para rechazar esas acciones y ratificaron el reclamo por el “proyecto de pase a Facultad”.
“El licenciado (Marcelo) Morales, quien trabaja en el hospital Padilla, me violentó y me golpeó la mano con fuerza. No quiso dejar entrar a las cámaras (prensa) porque no quería que se filme adentro. Le puse la mano para que no me golpeara y no siguiera insultándome. A otra compañera la violentaron en el baño”, contó Fernanda, una alumna. “El sábado el Decano (de la Facultad de Medicina) envió a cuatro patoteros a golpear la puerta; no quisimos denunciar por cuestiones de seguridad, pero tenemos las fotos”, expresó ante “BUEN DÍA”, el noticiero de LG Play.
María Bongiovanni, otra estudiante, relató que se habían despertado por los ruidos en la puerta. “Pocos nos habíamos quedado a dormir. Nos despertamos porque estaban cambiando la cerradura. Nos asustamos. Luego fui al baño y un hombre 'pelado' empujó la puerta. Pensaba que me iba a violar porque estaba sola en el baño. Luego, salí y me encerré con los chicos”, expresó.
Los alumnos se quejaron porque habían “cerrado la habitación donde guardaban la mercadería donada” para mantener la toma del edificio. Además, cuestionaron a la directora Rossana Lina Moyano.
“Somos 7.000 estudiantes, nos dan clases en tres aulas y tenemos solo un baño. El aula de mayor tiene capacidad es para 150 alumnos y tenemos compañeros que estudian en el piso. Estamos pidiendo la desvinculación de la Facultad (de Medicina); en 70 años, jamás invirtieron en la Escuela de Enfermería”, señaló otra colegiala.
Ariel Osatinsky, secretario general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt), llegó al lugar y apoyó la toma y la protesta en Enfermería. “Parece que hemos retrocedido al 2014, cuando ocurrió la toma del Rectorado. Una patota fue enviada por las autoridades del momento e irrumpió y violentó los derechos de los estudiantes. Acá está pasando lo mismo, cuando se trata de una toma pacífica”, expresó.
“El Decanato envió una patota a golpear a los estudiantes; aquí hubo violencia contra las mujeres. Por eso, Adiunt repudia esto y se solidariza con el reclamo”, apuntó el dirigente, quien demandó que el rector Sergio Pagani convocara “con urgencia” al Consejo Superior “para tratar el proyecto de la Escuela de Enfermería de ser Facultad”.
La posición de Morales
El licenciado Morales aclaró, por su parte, lo sucedido durante la mañana. Explicó que había arribado a la Escuela de Enfermería para participar, junto con otros profesores, en una reunión convocada por Moyano. “Un profesor de apellido Valdez, quien camina con un bastón, intentó entrar pero dos alumnos lo tironearon y golpearon para que no lo hiciera. Yo les dije: ‘por favor, no le falten el respeto porque el profesor tiene dificultades. Una alumna me dijo ‘no me vas a venir a decir qué hacer’, y me puso la mano en la cara”, indicó. “En mis 30 años de docente universitario, no había visto tanto nivel de violencia entre los estudiantes de Enfermería”, acotó.
Según el profesor, en la reunión se expresó que la intención de la Dirección es “resguardar la documentación” de la institución, como títulos y demás expedientes.
El secretario general del Rectorado, José Hugo Saab, calificó de “lamentable” los incidentes registrados durante la jornada. “La violencia no forma parte de la vida universitaria. Hay una toma, una medida legítima que tienen los estudiantes para expresarse, estemos o no de acuerdo con esa determinación. Pero entrar de la forma que lo hicieron, según me contaron, me preocupa; eso es de otra época”, manifestó.
Saab insistió en que se trataba de una toma pacífica y que los alumnos “van a llevar” el reclamo al Consejo Superior. También defendió el diálogo entre las autoridades y la comunidad educativa. En esa línea, quitó responsabilidad del Rectorado respecto de las acciones del grupo de personas acusado. “Le pedí al jefe de Seguridad que viniera a analizar la situación”, recalcó.