Por Marcelo Aguaysol
05 Junio 2022
EN LAS REDES. La imagen que Manzur compartió en Twitter.
El año arrancó el jueves, confesó un colaborador de Juan Manzur. La que pasó fue una semana de elevada exposición mediática que le ha dado la suficiente visibilidad para estar en lo que la dirigencia llama la centralidad política, en el foco de la gestión. El jefe de Gabinete de la Nación sabe nadar entre tiburones. Es de la misma especie de peronistas, que esperan el momento oportuno para embestir. Lo está haciendo a su manera. Ese jueves de su primer informe en el Senado cuidó todos los gestos para no herir susceptibilidades con quien fue su jefa entre julio de 2009 y febrero de 2015, siendo ministro de Salud de la segunda gestión presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. Ella le sonrió al recibirlo en su despacho de la Cámara Alta, aún sabiendo que Manzur está a una puerta del despacho de Alberto Fernández.
El tucumano le retribuyó el afecto con palabras elogiosas en el recinto. El detrás de escena fue más rico políticamente; sólo Eduardo “Wado” de Pedro se sumó a la charla. Entre ambos construyen una sociedad electoral, aunque aún no está firme para qué turno eleccionario. Manzur, sin embargo, está más firme que hace dos meses en el gabinete nacional. Sabe que el Presidente lo necesita más que siempre frente a tanta interna feroz que pone al gobernador en uso de licencia prolongada entre dos fuegos.
Tal vez, al final, sea el nexo para que no todo se desmadre en el oficialismo. Manzur quiere protagonismo. Tiene margen para seguir creciendo, dicen los consultores porque, a diferencia de otros referentes más encumbrados, el nivel de desconocimiento de su figura en gran parte de la Argentina le brinda posibilidades de seguir construyendo su imagen.
El tucumano hace foco no sólo en el norte del país; también en la tercera sección bonaerense. También le ayuda el contexto de un Presidente que no toma definiciones. La cuestión en esta telenovela entre Cristina y Alberto pasa por llegar al capítulo final. Manzur sabe que eso es posible. Por eso no piensa en el retorno mediato a Tucumán. Se anima a pensar en continuar en Buenos Aires, como senador o en el rol que el oficialismo le asigne en el tormentoso camino a las urnas en 2023.
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