El Gobierno debe solucionar la falta de gasoil

El Gobierno debe solucionar la falta de gasoil

Se sabe que se trata de un insumo clave para cualquier actividad productiva. Sólo tranqueras adentro, durante una campaña se consumen 1.100 millones de litros de gasoil. Y a estos se suma el traslado, sea a los mercado internos, sea a los puertos.

El gasoil es un insumo fundamental a la hora de producir bienes agropecuarios. Cualquier hombre de campo sabe que si ese combustible falta no podrá ni siquiera ir al campo para saber cómo funciona su sistema productivo.

Ni hablar de las labores de barbecho, de preparación de suelo, de surcado, de plantación, de siembra, de cultivo, de pulverizaciones, de podas, de trillas, de cosechas, de transporte de lo producido dentro y fuera del campo y de un interminable etcétera, debido a la gran cantidad de actividades y labores que requiere el uso de gasoil.

Hoy después de más de dos meses queda claro que el abastecimiento no es normal desde el límite norte de Neuquén y de Río Negro hacia arriba del mapa del país. Y en alguno casos prácticamente nada se encuentra, por lo que cualquier producción en esa zona está siendo perjudicada de alguna manera.

El mapa de situación que difundió la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) -publicado el miércoles por LA GACETA- lo dice todo y realmente preocupa.

Esta situación angustia a todas las entidades relacionadas a la producción agropecuaria nacional, regional y provincial que, de diferente manera, manifestaron esta problemática y piden a los Gobiernos que actúen para zanjar lo más rápido posible este problema.

El país y nuestra provincia son netamente productivos. Solo basta recorrer los campos para que uno pueda dimensionar entre las diferentes actividades productivas que el combustible utilizado en las diversas labores realizadas en el campo es uno de los principales insumos.

En el caso de Tucumán, las diferentes actividades agroproductivas requieren del gasoil para que las maquinarias y los vehículos que trabajan puedan moverse y realizar las diversas labores que el hombre de campo lleva adelante para producir como corresponde y para que todo lo producido llegue a las industrias y a los puntos de consumo de materia prima o de productos elaborados.

Una gran cantidad de hectáreas se encuentran bajo cultivo en Tucumán. En estas se producen miles de toneladas de cítricos, de caña de azúcar, de arándanos, de soja, de maíz, de poroto, de trigo, de sorgo, de garbanzo, de papa, de frutilla. Y a todo esto se suman las hortalizas, en general, y las pasturas -implantadas y naturales-, que nos dan una idea del movimiento de tractores, de camiones, de pulverizadoras y de trilladoras que necesitan moverse durante las labores de siembra, de plantación, de cultivos, de cosecha y de transporte de todo lo producido en nuestro territorio.

Esta situación es palpable en Tucumán, ya que a la vera de las rutas, de las calles y de los caminos se ven camiones y vehículos esperando, en largas colas, que algún camión con combustibles aparezca en las estaciones de servicios y puedan cargar algo de gasoil que le permita mover sus motores.

Tal como afirmó Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en su documento, “No hay gasoil” es, por estos tiempos, la frase más escuchada, la más leída, la que está en la boca de todos, y la que genera preocupación en todos los que producen en nuestro país.

Diversos estudios dan cuenta del consumo de gasoil en el país indican que la agricultura utiliza, solo tranqueras adentro, más de 1.100 millones de litros de gasoil en las diferentes campañas productivas. Y según los años, esta cifra puede sufrir algunas variaciones, en más o en menos.

Mover 16 millones de toneladas de caña con fletes cortos desde los lotes con caña a los ingenios, 1,7 millón de toneladas de limones desde las quintas a los empaques y a las industrias, más de 1 millón de toneladas de granos como soja, maíz, poroto, trigo y garbanzo desde los campos a las acopiadoras requieren de miles de viajes en camión.

Posteriormente, se suman los fletes largos, que deben realizarse desde la provincia hasta los diferentes destinos que son las ciudades y los pueblos que consumen estos productos o a los puertos en Santa Fe y de Buenos Aires para su salida al mundo.

El gasoil es indispensable; y el problema de su desabastecimiento debe solucionarse. Seguramente muchos factores afectan, como el precio, su producción y su importación. A raíz de ello, el Gobierno debe arbitrar todos los medios necesarios para que este combustible esté disponible para el sector productivo en tiempo y en forma.

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