Piden destituir al director de una escuela de Tafí del Valle

Piden destituir al director de una escuela de Tafí del Valle

Familiares y vecinos marcharon por un presunto abuso sexual y actos de violencia en la institución educativa del centro tafinista

HASTA LA ESCUELA. Padres y madres marcharon hasta la puerta del establecimiento educativo para reclamar a las autoridades.  HASTA LA ESCUELA. Padres y madres marcharon hasta la puerta del establecimiento educativo para reclamar a las autoridades. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

“Mi hija se está haciendo marcas en los brazos. Se está lastimando los brazos. Ya escribe las cartas para... Acabo de tener una charla con ella por eso. Está con el pensamiento de que no quiere estar más en esta vida. Está mal”, dice V., madre de una adolescente, con la voz desgarrada por unas palabras que apenas puede decir. La hija mayor de V. denuncia que fue abusada sexualmente por un compañero del colegio. La joven se lo contó a su madre cuando volvió de una fiesta hace casi dos meses.

El acontecimiento destapó otros casos de abuso, violencia y bullying en la escuela que aún no fueron denunciados. En la escuela, dicen los padres, nunca se abordó ningún hecho; por el contrario, eligen apartar a la víctima. En este contexto, padres, madres y vecinos organizaron, liderados por V., una movilización hasta la puerta de la institución educativa para exigir respuestas y acciones, en especial la destitución del director del establecimiento Rubén Figueroa.

La jovencita tiene 16 años, es alumna de la Escuela Agrotécnica Miguel Ángel Torres. La noche del 3 de abril asistió a una fiesta de cumpleaños en un salón de una cancha de fútbol en Tafí del Valle, donde vive con su familia hace dos años. La joven le contó a su mamá, el día siguiente al evento, que en un momento dado durante la fiesta salió para mandar un mensaje de audio, cuando apareció un chico de la misma edad (compañero del colegio), la agarró por la espalda y la llevó detrás de las canchas, donde abusó sexualmente de ella.

V. no tardó en hacer la denuncia, caratulada como “abuso sexual sin acceso carnal”. “Empiezo a indagar con los amigos y con una psicóloga de ella, a la que mi hija había llamado para poner en conocimiento, y ahí encontramos que había sido más de lo que pensaba”, cuenta.

La mujer fue al colegio para contar lo sucedido y pedir ayuda. “Mis hijas estuvieron un mes y medio sin ir a la escuela porque ahí me dijeron que no podían hacer nada si no había una restricción de acercamiento que todavía no había salido”, afirma.

Dice que la familia, al no haber sido escuchada, se le hace muy difícil concurrir al establecimiento. “Mis hijas querían ir a la escuela pero no podían porque no estaban en un lugar seguro, en donde quienes tenían que cuidarlas no lo hacían. Iba a estar en el mismo curso que su abusador...”, explica. Cuenta también que cuando su hija fue a pedir las tareas luego de varias semanas, sus profesores no tenían conocimiento de lo que le había sucedido e, incluso, el director la corrió del lugar.

Movilización

Los dos grados de sensación térmica no tuvieron importancia para la treintena de padres y madres que asistieron, cerca de las 17, a la plaza principal de Tafí del Valle, desde donde caminaron hasta la puerta del colegio.

Un mate caliente pasaba de mano en mano entre los presentes, que escuchaban en ronda mientras V. explicaba la situación. “Mañana hasta tengo que bajar (a la ciudad) para ver a una psiquiatra porque a mi hija la derivaron”, dijo, con los ojos cristalizados por la tristeza. “¿Y al pibe qué le hicieron?”, interrumpe una manifestante. “Al principio seguía yendo a la escuela, pero ahora le dan clases en su casa. También pedimos que le den asistencia psicológica”, respondió.

“Marchamos por los derechos de nuestros hijos”, se leía en la remera que usa la madre de la víctima. A su lado está A., padre de la adolescente. El hombre de pelo largo se protegía del frío con un gorro. Le contó a LA GACETA el compromiso social de su hija en la escuela: “era (dice ‘era’ y no ‘es’ porque desde el hecho que no quiere salir de su casa) una chica muy involucrada en ayudar a sus compañeros. Estaba por crear un Centro de Estudiantes, que el colegio hoy no tiene. Conocía la situación de casi todos y pensaba en ayudarlos”.

“Hasta dio dos clases de ESI (Educación Sexual Integral) después de que una chica le dijo que creía estar embarazada. Mi hija le hizo unas preguntas y se dio cuenta de que no había sido educada en el tema; entonces se le ocurrió tratar de informarlos con estas clases”, agregó, con orgullo de padre.

A la derecha de V. estaba de pie una mujer, P. S.. Su cercanía se debe a que su hijo, de 13 años, con retraso madurativo, sufre bullying de parte de sus compañeros. Otra de las víctimas que tiene la Escuela Agrotécnica. Las mujeres que entienden su dolor mutuamente, se acompañaban y reclamaban en conjunto. El apoyo se materializó cuando V. rompió en llanto y P. la contuvo en un largo abrazo.

“Lo golpean, le sacan los materiales, los anteojos, lo maltratan de todas las formas posibles”, explicó P. S.. El gorro y la bufanda que usaba sólo dejaban al descubierto una mirada que pide ayuda. La preocupación se transformó en algo angustiante cuando, hace algunas semanas, a su hijo lo amenazaron con un arma blanca, según contó. “El día que tuvo el episodio del arma blanca, a mi hijo directamente lo sacaron de la escuela y decidieron volverlo al ‘aula especial’ donde hizo la primaria. Si bien él se formó ahí, esto significa un retroceso”, afirmó.

En la mañana de ayer, justo el día de la marcha, suspendieron las clases argumentando “falta de agua”. El periodista de LA GACETA intentó verificarlo, abrió un caño y el agua corría con buena presión. Al parecer había vuelto a funcionar el servicio.

Desde dentro de la institución el director fotografiaba a los manifestantes. Más tarde, al ser consultado, se negó a dar declaraciones y envió a la docente Yamila Villafañe a leer un comunicado de prensa firmado.

Acciones de la escuela: comunicado de prensa

Yamila Villafañe, docente de la escuela, leyó un comunicado a la prensa en el que se “informa a la comunidad de Tafí del Valle” que la escuela: informó y dio intervención a las autoridades del Ministerio de Educación; hizo entrevistas por parte del equipo escolar; se generó un espacio de escucha con padres y alumnos; hizo adaptaciones de tiempo y espacio de la jornada escolar para alumnos; realizó planes pedagógicos para garantizar las trayectorias escolares; reforzó los acuerdos escolares de convivencia; activó la mesa de gestión conformada por la asesora pedagógica y los docentes; realizó una capacitación docente; y se dio inicio a la implementación de la ESI.

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