Por Rodolfo Casen
02 Junio 2022
Hay preocupación por las demoras –según se denunció- en la adopción de medidas concretas en el marco de las investigaciones judiciales y administrativas por el caso del “médico mellizo”. El hombre se desempeñó varios años en el Sanatorio Jesús María de Concepción. Enrique Bustamante, el acusado, estuvo al frente de la terapia intensiva de ese centro asistencial, utilizando el nombre y la matrícula profesional del terapista Sergio Guillermo Martínez.
Fue este profesional, que trabaja en el Hospital Padilla y en el Sanatorio Rivadavia, quien lo descubrió a principios de abril y hasta ahora no ha logrado –sostuvo- que se instrumente alguna providencia contra el impostor ni contra el sanatorio. Incluso, según dijo, no advierte por parte de la Justicia siquiera “voluntad de iniciar alguna investigación contra los responsables de garantizar a la población una prestación de salud con profesionales acreditados”.
Ayer numerosos parientes de familiares que fallecieron en ese centro asistencial y que fueron atendidos por el falso galeno protagonizaron una nueva manifestación pacífica frente al edificio ubicado en San Martín y Güemes. Precisamente, estos insistieron en reclamar a la Justicia avances en la instrumentación de medidas que “dejen en claro las responsabilidades que hay por parte de quienes vinieron brindado un servicio sanitario con un médico falso”.
“Aquí el compromiso con la vida de las personas, de los ancianos, ha quedado severamente cuestionado. Y la Justicia, las autoridades sanitarias, cargan con la obligación de adoptar decisiones que impidan que estos hechos, que posiblemente hayan costado vidas, no se repitan”, sostuvo Alberto Figueroa, uno de los manifestantes. Pese a su anhelo, expresó que a más de un mes de haber estallado el escándalo del “médico mellizo”, existe la impresión “de que las investigaciones están dormidas”.
El hombre contó que su padre, Luis Figueroa, murió en el Jesús María el 20 de noviembre de 2020 en la terapia intensiva, que era atendida por Bustamante. “Siempre conversamos con él y nunca nos supo explicar el verdadero problema que aquejaba a mi padre. Uno confió en alguien que no estaba capacitado ni autorizado a ejercer como médico. Es increíble”, sostuvo.
Muchas sospechas
La movilización que se realizó en la tarde contó con la presencia de medios nacionales. Los concurrentes portaron pancartas con leyendas de repudio contra el “falso médico” y las autoridades del centro asistencial. En el acceso al edificio se montó una fuerte custodia policial.
Jorge Arroyo testimonió que su madre, Catalina Rodríguez, falleció en el sanatorio el 30 de mayo del año pasado. Recibió un acta de defunción firmada por el falso Martínez, quien la estuvo asistiendo en la sala de terapia intensiva. “Cuando pedimos la historia clínica, curiosamente no aparecieron los días en que estuvo en la terapia. Todo esto nos llena de sospechas”, añadió.
La Unidad Fiscal de Decisión Temprana del Centro Judicial de Concepción, a cargo de Miguel Varela, lleva adelante una causa contra Bustamante por “ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de identidad, título y honor”.
En un último informe, esa dependencia puso en conocimiento que reúne testimonios y documentaciones a fin de formular las acusaciones y medidas que contempla el Código Penal. Paralelamente investiga una denuncia que hizo el propietario del Sanatorio, Silvio Martoni, contra Carlos González, uno de los que encabezó la primera manifestación que se realizó frente al Jesús María. Según el denunciante, en la ocasión, se produjeron disturbios que dañaron la fachada del local.
González ya fue citado a declarar y negó que se haya producido daño material en la movilización. “Martoni trata de desviar la atención de una calamidad sanitaria que tuvo como víctima a mi madre. De todas maneras, quienes nos sentimos damnificados estamos decididos a luchar para que se haga Justicia contra los responsables de haber puesto en manos de un falso médico la vida de nuestros padres”, concluyó.
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