Gasóleo, gasoil y diésel: ¿cuál es la diferencia?

Gasóleo, gasoil y diésel: ¿cuál es la diferencia?

Si bien las nomenclaturas son diferentes, las tres hacen referencia al mismo tipo de combustible que utilizan los motores patentados por Rudolph Diesel y que hoy está en el centro de la escena.

Aunque parezcan similares, existen diferencias en su formulación y tratamiento. Aunque parezcan similares, existen diferencias en su formulación y tratamiento.
31 Mayo 2022

Resulta común utilizar el gasóleo, gasoil y diésel como sinónimos; sin embargo, existen ciertas diferencias entre aquellos carburantes que en sus comienzos fueron hechos a base de aceite vegetal y que logran hacer funcionar los motores de combustión interna.

Los motores diésel basan su funcionamiento en la autoignición de las altas temperaturas del combustible sin necesidad de utilizar la chispa generada por una bujía. Para su desempeño se pueden emplear desde los aceites vegetales en sus inicios hasta los derivados del petróleo. En un principio, estos motores se circunscribieron a los grandes vehículos, maquinaria pesada, navíos y propulsión ferroviaria, pero la industria del automóvil terminó adoptándolos en el uso cotidiano. Fue el ingeniero franco-alemán Rudolph Diesel quien hizo este gran descubrimiento en el año 1894.

Aunque parezcan similares, el gasóleo y la gasolina no son lo mismo, existen grandes diferencias entre los dos combustibles. La gasolina es un líquido compuesto por hidrocarburos obtenido mediante un proceso de refinamiento del petróleo que comprende cuatro etapas:

-Fraccionamiento: al calentar lentamente el crudo del petróleo, se evaporan los distintos hidrocarburos.

-Craqueo: las fracciones obtenidas se transforman en otras mediante reacciones químicas.

-Reformado catalítico: tras obtener la gasolina, este proceso es el encargado de mejorar su calidad como combustible.

-Depuración: finalmente se eliminan las impurezas que contienen azufre. Cuanto menor sea la cantidad de azufre, mayor es la calidad de la gasolina y menos nociva será para los componentes del motor.

Mientras que el proceso para la obtención del combustible diésel es diferente, ya que se obtiene mediante la destilación y purificación del petróleo. El proceso inicia con la introducción del petróleo en una torre de craqueo para calentarlo. Luego de alcanzar el grado de ebullición, los vapores se condensan y los residuos se separan para producir grasas, aceites pesados o fibras textiles.

Más tarde, los vapores vuelven a calentarse y tras esta segunda destilación se obtiene el fueloil, que sirve como base para la obtención del gasóleo. Cada proceso de destilación proporciona un hidrocarburo más ligero que el anterior.

¿Cuáles son los tipos de diésel?

Más allá de las nomenclaturas, el gasoil, el diésel, el petrodiésel y el gasóleo son lo mismo. En esencia, es un aceite pesado elaborado con petróleo e hidrocarburos que, a diferencia de la gasolina, no se mezcla con etanol. Contiene aditivos que ayudan a mejorar las propiedades y prestaciones de los motores. Los principales tipos que se encuentran en el mercado son:

Gasóleo A: está destinado a la automoción. Proporciona una alta calidad de trabajo, ya que ha sido ampliamente refinado. Los aditivos que contiene ayudan a proteger el sistema de inyección, a reducir el consumo y a minimizar las emisiones contaminantes. Existe una variante que ofrecen las diferentes compañías petrolíferas con la denominación A+, Plus, Premium, etc. Es el más caro pero a diferencia de las creencias, no mejora el rendimiento de los motores. Los aditivos especiales que incorporan han sido desarrollados para alargar la vida de los componentes del motor y el escape.

Biodiésel: es una variedad a base de aceites vegetales (soja, colza, girasol) y grasas animales oxigenadas con éter. Es un sustituto del gasóleo A que puede ser usado en una amplia gama de los motores diésel comunes sin requerir modificaciones. Además, minimiza el desgaste de los motores y reduce las emisiones de gases contaminantes.

Gasóleo B: su uso está restringido a maquinaria agrícola, pesquera, embarcaciones y vehículos autorizados. Esta menos refinado y filtrado que el gasóleo A, por lo que contiene más impurezas. Al incluir más parafina en su composición, puede solidificarse a bajas temperaturas. No está recomendado su empleo en automóviles, ya que, aparte de amenazar la vida de los motores, su aplicación a nivel privado está considerada un fraude que implica multas de hasta 3.000 euros.

Gasóleo C: ha sido específicamente concebido para las calderas de calefacción y equipos de producción de calor. No está apenas refinado, contiene muchísimas impurezas y unos altos niveles de azufre y parafina. Su combustión es de peor calidad y es el más contaminante. Es el gasóleo más barato.

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