A dos años y tres meses del inicio de la pandemia, una nueva enfermedad tiene en vilo al mundo: la viruela del mono. Ya suman 300 los casos confirmados desde el comienzo del brote en países donde la patología no es endémica.
Semanas atrás, científicos informaron que aquellas personas mayores de 45 años que hayan sido vacunadas contra la viruela humana serían inmunes a la viruela del mono. Además, la médica pediatra y infectóloga, Sonia Arza, esta patología no presenta complicaciones de importancia porque tiene síntomas leves. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conjuntamente con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitieron un comunicado de alerta a los países sobre su existencia para que presten atención, identifiquen los casos sospechosos, notifiquen, investiguen y le den un seguimiento.
Viruela del mono: quiénes tienen mayores riesgos
Con la expansión de esta patología en el mundo surgen otros interrogantes: quiénes tienen un mayor riesgo de contagio y quiénes están protegidos. La primera respuesta de los especialistas es alentadora: es probable que la mayoría de los niños y adultos con sistemas inmunitarios sanos esquiven una enfermedad grave. Sin embargo, hay dos grupos que son considerados de alto riesgo.
Uno lo representan los bebés menores de seis meses, que aunque el brote actual todavía no registró casos en este grupo, se sabe que sus defensas son menores frente a todas las enfermedades. En el otro extremo, muchos adultos mayores, el grupo más propenso a sucumbir frente al virus de la viruela del mono, al menos tienen un porcentaje de protección gracias a las vacunas contra la viruela que se pusieron hace décadas, según sugieren estudios.
Qué pasa con los adultos vacunados
Así, los adultos mayores vacunados podrían infectarse, pero es probable que atraviesen sólo un cuadro con síntomas leves. “En resumidas cuentas, incluso quienes fueron vacunados hace muchas décadas mantienen un nivel muy, pero muy alto de anticuerpos y la capacidad de neutralizar el virus”, comentó Luigi Ferrucci, director científico del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. “Incluso si se vacunaron hace 50 años, esa protección debería seguir presente”, aseguró a Infobae.