La décima Asamblea del Norte Grande permitió a los mandatarios de la región seguir proyectando la iniciativa que le presentarán al Gobierno nacional con el objetivo de establecer un nuevo esquema para los subsidios del transporte. Además de cuestionar las diferencias en las tarifas de este servicio, en comparación al Área Metropolitana de Buenos Aires -donde el pasaje cuesta menos de la mitad que en el resto de las jurisdicciones-, los mandatarios provinciales indicaron que el último paro de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) fue la gota que rebalsó el vaso.
Sin distinción partidaria, los mandatarios remarcaron la necesidad de dar respuestas concretas y rápidas en relación a este tema para garantizar el transporte y los salarios de los trabajadores del sector. El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, fue uno de los más enfáticos en referirse a la situación y adelantó la propuesta que impulsarán desde esta región del país. “Estamos muy avanzados y trabajando con legisladores sobre este tema”, dijo el mandatario riojano a LA GACETA y detalló: “Hoy, el 85% de la distribución de los subsidios va al AMBA y el otro 15% al conjunto de las provincias restantes. Es una locura que se profundizó porque ahora la UTA hace paro y las provincias no tenemos capacidad para pagar semejante salarios que se acuerdan en Capital Federal, sin tener en cuenta la realidad nuestra”.
En esta línea de pensamiento, Quintela manifestó que con una iniciativa legislativa buscarán modificaciones drásticas en ese esquema de distribución de subsidios para que el 60% de los fondos se distribuyan entre todas las provincias y el 40% se destine al AMBA.
Las provincias vienen reclamando a la Nación las transferencias, en tiempo y en forma, de las partidas correspondientes al Fondo de Compensación Tarifaria del Transporte Público de pasajeros, con el fin de que no se produzcan cuellos de botellas en cada uno de los distritos que pongan en riesgo el funcionamiento del servicio. Según pudo establecer este medio, el Gobierno nacional ha previsto destinar cerca de $ 46.000 millones para distribuir entre los distritos durante este año. Algunos mandatarios sostienen que no se gira la totalidad de los fondos, ya que, al no haber presupuesto en el presente ejercicio, se tomaría en cuenta la previsión anterior. En este escenario, Tucumán recibe casi $ 320 millones mensuales, pero las autoridades locales creen que, si se cumpliera con la pauta inicial, a ese monto podrían incrementarse otros $ 50 millones.
El jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur, anticipó a LA GACETA que en los próximos 10 días, el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, elevará una propuesta de mejor distribución que será puesta a consideración del presidente, Alberto Fernández, quien, a su vez, la transmitirá a los gobernadores.
¿Otro paro?
La Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros de la Argentina (FATAP) envió un comunicado a la UTA y al Ministerio de Transporte de la Nación para manifestarle su descontento por la falta del cumplimiento de los aportes para saldar las diferencias establecidas que había que pagar respecto al acuerdo salarial del mes de abril firmado con los trabajadores.
En Tucumán, las empresas transportistas anunciaron que los aportes llegaron pero los desembolsos no fueron completos. “Con el fin de dar una solución a la cuestión a nivel provincial, el gobernador, Osvaldo Jaldo, se comprometió a saldar el faltante con fondos del Ejecutivo tucumano”, explicó Jorge Berretta y destacó que “los compromisos con todo el interior no se cumplen ni en tiempo ni en forma. A partir de abril se iban a distribuir 300 millones más para el interior, pero eso viene en descenso. O sea que fue falso”.
Un poco de historia
Para entender este enfrentamiento por los fondos del transporte debemos retrotraernos a 2018, cuando los intendentes de las capitales, la mayoría identificados con la Unión Cívica Radical o el PRO, lograron sumar una partida en el presupuesto que remendaba el Pacto Fiscal. Esa situación se repitió en 2021, cuando alcanzó un fondo de $ 27.000 millones para distribuir en los colectivos. Con el presupuesto de este año se intentó disminuir diferencias, pero ante el rechazo a la iniciativa, el subsidio quedó anclado en medio de un fuerte proceso inflacionario.