La tecnología y un error casi infantil terminarían resultando clave en el esclarecimiento de dos escruches cometidos en los últimos tiempos en Yerba Buena.
Semanas atrás, un grupo de delincuentes ingresaron a dos viviendas de esa localidad aprovechando que sus moradores no se encontraban en el lugar. De una de las casas lograron apoderarse de $500.000 y, en la otra, prendas de vestir y electrodomésticos, entre ellos, una pava eléctrica de color roja.
Personal de la Brigada de Investigaciones de Yerba Buena, al mando de los comisarios Raúl Sanagua, Daniel Cuellar y Jorge Dib, comenzó a investigar el caso. Descubrió que los sospechosos se movilizaban en una camioneta Renault Duster blanca. Los pesquisas aportaron el dominio del vehículo a los responsables de Seguridad del municipio que para que la ingresaran a la base de datos del Centro de Monitoreo Municipal.
Con esa información incorporada, una cámara de seguridad activó la alarma en el Centro de Monitoreo cuando la camioneta pasó por el lugar. Los efectivos de la Guardia Urbana iniciaron una persecución que terminó en el pasaje Mozart al 1.700. Minutos antes de que llegaran los policías, el conductor se refugió en una vivienda en la que podría estar residiendo.
Los efectivos, con permiso judicial, revisaron la camioneta que tenía documentación falsa. Encontraron herramientas que normalmente son utilizadas para forzar puertas y ventanas y una pava eléctrica roja que podría ser la que habían sustraído.
Los investigadores solicitaron una orden de allanamiento para ingresar a la vivienda y aprehender al sospechoso. Cuando se realizaba el trámite, el defensor del joven Sandro Del Río se comunicó con la fiscalía para informarle que estaba a disposición de la justicia, por lo que se dejó sin efecto la medida.
Los policías trataban de ubicar a las víctimas del robo para que reconocieran el electrodoméstico que le habían robado. El sospechoso, por el momento, afronta cargos de atentado y resistencia a la autoridad. La camioneta fue secuestrada.