Las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación confirmaron el segundo caso de viruela del mono en la Argentina.
Se trata de un residente de España que se encuentra de visita en Buenos Aires, y que no tiene nexo con el primer caso.
La persona llegó al país el miércoles, y mostró síntomas ayer. El paciente, que presenta lesiones ulcerosas sin otra sintomatología, se encuentra en buen estado general, y ya está aislado, recibiendo tratamiento. El sitio web de TN cuenta que sus contactos estrechos -todos actualmente asintomáticos- se encuentran en seguimiento clínico y epidemiológico estricto.
“El resultado de la reacción de amplificación por PCR de la muestra tomada al segundo caso de alta probabilidad es positivo, lo cual confirma la infección con poxvirus pertenecientes al grupo eurasiático- africano del género Orthopox”, difundieron las autoridades de la cartera sanitaria nacional, mediante un comunicado.
“Este resultado es consistente con la observación realizada mediante coloración negativa por microscopía electrónica de transmisión, donde se detectaron partículas virales de dicho género viral”, precisaron.
El 23 de mayo, se había confirmado el primer caso de viruela del mono de un paciente que había regresado de España a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se trata de una enfermedad rara, que está en expansión desde principios de mayo en Europa. Las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezaron a alertar sobre el origen de la afección, sobre la posibilidad de su transmisión comunitaria y sobre qué cuidados hay que tener para evitar los contagios.
La OMSconfirmó hasta ahora más de 90 casos de viruela símica en una docena de países -entre otros, en Gran Bretaña, en España, en Israel, en Francia, en Suiza, en Estados Unidos y en Australia-.
Según la OMS, la infección puede dividirse en dos períodos: el de invasión -entre los días 0 y 5-, caracterizado por fiebre, cefalea intensa, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares y falta de energía.
Y el período de erupción cutánea -entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre-, cuando aparecen las distintas fases del exantema, que por lo general afecta primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo. Las zonas más afectadas son la cara -en el 95% de los casos-, las palmas de las manos y las plantas de los pies -el 75% de los casos-. La evolución del exantema desde lesiones de base plana a ampollas llenas de líquido, pústulas y las subsiguientes costras se produce en unos 10 días. La eliminación completa de las costras puede tardar hasta tres semanas.
“La erupción evoluciona y atraviesa diversas etapas. Puede tener una apariencia similar a la varicela o a la sífilis, antes de finalmente formar una costra que más tarde se cae”, describen las autoridades británicas.
El virus de la viruela del mono es transmitido a las personas por diversos animales salvajes, como roedores y primates, pero también se puede contagiar de persona a persona.
La transmisión secundaria o de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, según la OMS.