Dos ministros “madrugaron” a la cuarta ola y contrajeron el virus de la Covid-19 antes de que estallen los contagios. En los últimos días, otros dos tuvieron que ser internados, preventivamente, en el Hospital Avellaneda. Uno fue el de Salud Pública, Luis Medina Ruiz, y el otro fue Fabián Soria, el de Obras y Servicios Públicos. Ambos hicieron público su estado de salud y hoy guardan reposo en sus domicilios, por el aislamiento que implica esta enfermedad. Hay un quinto ministro que debe someterse a una intervención quirúrgica que, según sus allegados, no es de riesgo, pero que lo mantendrá unos días fuera de actividad. Se trata del titular de Economía, Eduardo Garvich. Y hay un vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo, Osvaldo Jaldo, que no ha tomado vacaciones desde que se tuvo que hacer cargo de la conducción de la provincia, el pasado 20 de septiembre, cuando Juan Manzur asumió la Jefatura de Gabinete. Jaldo arrastra un nivel de estrés que lo expone a la covid, advierten sus colaboradores, que lo mantienen entre algodones. Este es el cuadro de situación sanitaria de un gabinete que tuvo que reacomodarse para una segunda fase, tras el recambio poselectoral.
El escenario preocupa a Jaldo. “Demasiados viajes en avión pueden traer estas consecuencias”, admiten en su entorno. Por esa razón, el gobernador interino tiene previsto convocar el próximo lunes al gabinete a una cumbre en la que dará las nuevas instrucciones para preservarse de los contagios de la covid. Según pudo establecer LA GACETA, el titular del Poder Ejecutivo sugerirá a los funcionarios de primera línea que traten de evitar las gestiones en Buenos Aires o los viajes largos y que, en lo posible, deleguen responsabilidades en técnicos de la provincia con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o utilicen las videollamadas, como sucedió en gran parte de la cuarentena, hasta nuevo aviso. En caso de fuerza mayor y que la presencia sea ineludible, podrán ausentarse.
La reunión del gabinete, además, será la oportunidad para que el gobernador interino le imprima otro ritmo a la tarea de sus ministros. Se les solicitará más protagonismo desde la acción en sus distintas facetas. ¿Cuáles son las cuestiones que más inquietan a la Casa de Gobierno? El aumento sostenido de casos de covid y de enfermedades respiratorias propias de la época, lleva al Poder Ejecutivo a darle una vuelta de tuerca al área de salud, particularmente en los operativos preventivos, conjuntos entre distintos ministerios. Por ejemplo, una de las ideas es que Salud colabore con Educación en las acciones preventivas para que las medidas de cuidado se cumplan, a rajatablas, en los establecimientos educativos hasta tanto se inicien las vacaciones invernales, previstas para el 11 de julio. Otra cuestión pasa por robustecer el accionar de la Policía, luego de los resonantes casos que han irritado a la opinión pública, debido a una sucesión de hechos delictivos fatales.
El Ministerio del Interior es otra de las áreas que están siendo observadas por el gobernador interino. Particularmente por las reacciones que vienen mostrando algunos intendentes y comisionados rurales que, a diario, concurren a la Casa de Gobierno o hablan con los colaboradores directos de Jaldo respecto de su futuro político e institucional. La cercanía de las elecciones ha puesto a varios de ellos en un juego de probabilidades de cómo continuar en roles ejecutivos o legislativos, más allá de los comicios. Como todos los que cumplen su ciclo, crece el temor a quedar en el llano y esperar al menos cuatro años más hasta el próximo turno electoral. La intención de la Casa de Gobierno, incluida la del gobernador en uso de licencia, es tratar de contener a todos para que no se resienta el aparato oficialista, que necesitará de todos para alcanzar la victoria el año que viene. Parte de la solución está relacionada con el giro, en tiempo y en forma, de los recursos que se necesitan para evitar contratiempos financieros en las gestiones. La otra parte está directamente relacionada el encolumnamiento partidario. Jaldo, en ese sentido, está enviando una serie de señales en torno del verticalismo y la organicidad que se manifiesta en un partido como el Justicialista. Un gesto del vicegobernador, más allá del protocolo, lo ha demostrado ayer –y tal vez lo haga el 9 de julio- al no exhibir la banda de gobernador que, usualmente, Manzur a mostrado a lo largo de su gestión de Gobierno. “Es una manera de mostrarle pertenencia y respeto a que el cargo es de Manzur y no de él, porque no ha sido electo por el pueblo para ese cargo”, indicaron allegados al vicegobernador.
De Manzur todavía no hubo novedades. La última actividad pública que tuvo fue el viernes pasado cuando, junto con las autoridades del Keren Kayemet LeIsrael (KKL), participaron de la próxima plantación en el Arboreto de las Naciones en Plaza Israel, en Buenos Aires. Luego y hasta ayer, el jefe de Gabinete de la Nación salió de la escena pública. Desde su entorno y en la Casa de Gobierno tucumana nadie se animó a arriesgar los motivos para que el gobernador en uso de licencia se tomara unos días, justo cuando se conoció que el 2 de junio irá a presentar su primer informe de gestión al Senado. Sin embargo, algunos conjeturaron que Manzur está más activo que siempre pero, en tiempos tormentosos como los que vive el Frente de Todos, a veces, el silencio es salud.