26 Mayo 2022
El agua hunde el pavimento en varias calles
En las dos pirmeras cuadras de la calle 9 de Julio el asfalto ha cedido, y hay hundimientos que afectan a algunos edificios como uno nuevo de Laprida al 200, así como a edificaciones históricas, como San Francisco. Un funcionario municipal dice que el sistema está obsoleto. Un geólogo plantea que la solución puede llevar décadas pero debe comenzar hoy
FRENTE AL MUSEO TIMOTEO NAVARRO. Por el hundimiento del pavimento no se puede iniciar las obras de semipeatonalización. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI
El pavimento en varias zonas de la capital se hunde a causa de las filtraciones de agua y cloacas y de las napas freáticas altas. La situación ha llegado a un nivel crítico, a tal punto que el secretario municipal de Obras Públicas, Alfredo Toscano, afirma que “no se puede seguir haciendo edificios en la zona central de San Miguel de Tucumán sin ver qué se hace con las aguas y con las cloacas”. Además, dice, hay que “cambiar el sistema de cloacas en San Miguel de Tucumán, que requiere una inversión millonaria. Claramente el Gobierno de la Provincia debe empezar a buscar esos fondos”. El complejo problema ha sido expuesto en el programa “Panorama Tucumano”, con la visión de expertos para explicar las causas y para buscar soluciones.
“El agua busca el camino más fácil”: Augusto Guraiib, presidente de la Sociedad Aguas del Tucumán
En líneas generales el pavimento se hunde porque pierde su capacidad portante y empiezan los hundimientos. En el caso de Sociedad Aguas del Tucumán, por una infiltración de los colectores cloacales o de alguna pérdida de agua. El agua busca siempre el camino más fácil y si no tiene posibilidades de salir a la superficie humedece el suelo circundante a la conexión (domiciliaria) y se produce el hundimiento.
Nosotros hemos encarado desde 2020 un plan de renovación de la cañería de agua potable y ahora empezamos con la de cloacas. Ya hicimos los dos colectores del norte y del oeste. Es el sector de la ciudad que tenía las redes finas pero no tenía un colector. Hubo un crecimiento demográfico que no ha sido acompañado por la infraestructura… siempre vamos un paso por detrás. Este tipo de infraestructura, que va subterránea, es muy onerosa.
“El sistema está obsoleto”: Alfredo Toscano, secretario de Obras y Servicios Públicos municipales
El municipio encargó hace unos años un estudio. Es producto de las napas que están muy altas debido a que el sistema de agua y cloacas está obsoleto; está roto; entonces circulan sin ningún tipo de canalización debajo de la tierra. Eso lo podemos ver en los hundimientos pero termina también pasándoles a los edificios que sufren el deterioro de su estructura. Por ejemplo: el Timoteo Navarro, el Café 25, el Mercado del Norte, la iglesia de San Francisco, el puente de la Mate de Luna -se hicieron estudios del suelo con geólogos y se comprobó que la capacidad portante del suelo es casi nula, a menos que se caven casi 15 metros para poder hacer la fundación. También por calle Laprida al 200 hay un edificio nuevo que no se puede habilitar porque se produjeron hundimientos y eso comprometió la estructura.
Ahora por un pedido del Timoteo Navarro se van a cambiar las cloacas de 9 de Jullio al 100 y al 300 y después el municipio va a hacer la semipeatonalización. Bueno, el problema que hay en la 9 de Julio lo tiene toda el área metropolitana de San Miguel de Tucumán
“El agua, enemigo natural del asfalto”: Luis Lobo Chaklián, ex subsecretario de Planificación Urbana municipal
Debajo del asfalto tenemos todas las redes de servicio, agua, gas, cloacas, tendido eléctrico, fibra óptica, que pueden comprometer la estructura del pavimento. El problema del agua no es el único pero sí es el que más impacta, porque no se la ve; hace una especie de agujero y al consolidarse la tierra empieza a bajar su nivel y eso va arrastrando el pavimento. Cuando hay que hacer la reparación a veces la compactación no es la adecuada.
El agua es un enemigo natural del asfalto.
Pérdidas, falta de drenajes, napas: Juan Carlos Valoy, geólogo
Todos los asentamientos y deformaciones de las calles están provocados por pérdidas de cañerías. En algunos casos los ductos que conducen las aguas cloacales, simplemente desaparecieron porque estaban fabricados con hormigón o fibrocemento; las aguas ácidas atacan hormigones quitándoles el CO3Ca que es su principal compuesto y el caño se desarma.
Faltan drenajes subterráneos de gran volumen para desalojar las aguas pluviales que permanecen horas/días sobre los pavimentos y permiten que el agua infiltre por debajo de estos saturando el suelo de apoyo,
Los pavimentos flexibles hechos con asfalto se deforman con el calor y el tránsito lento de ómnibus y camiones que transitan las calles por sus características elásticas - plásticas. Esto no ocurre con pavimentos rígidos (hormigón). En estos casos las losas se dilatan por amplitud térmica, y se rompen o levantan. Para que no ocurran estas rupturas, es necesario conservar las juntas de dilatación y construcción del pavimento (algo muy poco frecuente).
Lugares críticos: Juan Carlos Valoy, geólogo
En algunos lugares complicados la napa aumentó drásticamente en los últimos 70 años:
Calle Córdoba, desde Junín a Marco Avellaneda. En el año 1950 se encontraba a 6 m, hoy está a solo 3,0 m y algunos lugares a menor profundidad.
Mercado del Norte. Desde el año 1960 hay un subsuelo de 3 m de profundidad, donde funcionaban oficinas y cámaras frigoríficas, hoy está abandonado porque el agua subió hasta 2 m del nivel del piso. Este ascenso es consecuencia de pérdidas de cañerías tanto públicas o privadas, que alimentan artificialmente la napa. El nivel de la napa ya alcanzó instalaciones subterráneas y por capilaridad sube en algunos lugares hasta las calles.
No existen ríos subterráneos, sino viejos cauces rellenados para construir calles o casas; muy pocos fueron entubados. Estos cauces eran drenajes naturales que desalojaban las aguas de lluvias que hoy se dirigen por la pendiente natural a los mismos lugares y convierten las calles en ríos, Como ejemplo cito :
Debajo de la Cootam (Avenida Mate de Luna, entubado).
Debajo de la Calle Asunción (Sin entubar).
Debajo de Siria y Bolivia (Sin entubar).
En la calle Maipú hay un pequeño cauce (paleocauce) que conserva en parte su material original (arenas con gravas) que fue tapado por suelos modernos; por su fracción permeable ubicada a unos 5 - 6 m de profundidad, hay una vertiente cuyo caudal natural se incrementó por las pérdidas de cañerías. Cuando se erigió el Banco Nación (Maipú y San Martín),querían construir tres subsuelos, interceptaron esta napa y tuvieron que anular un sótano y poner bombas en el segundo.
Propuestas: Juan Carlos Valoy, geólogo
El costo de reemplazar y ampliar cañerías públicas y también privadas es muy elevado y habrá que proyectar una solución (en décadas) con un plan ejecutado por un equipo multidisciplinario, empezando hoy.
° Multar y que reparen las zanjas que ejecutan los particulares o empresas subcontratistas en las calles, en muy pocos casos se rellenan por capas compactándolas a una densidad igual o mayor a la que tienen los suelos
° Exigir a las nuevas construcciones que dispongan de una cisterna para tomar las aguas pluviales y retardar esos caudales, hasta después de terminadas las lluvias. A los nuevos barrios y loteos ya se les exige tener lagunas de laminación o retardo.
° Inspeccionar construcciones viejas e intimar a los dueños que tengan pérdidas de agua. Deben reparar incluso por su propia seguridad.
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