El violento asalto perpetrado ayer a la madrugada a un repartidor de 60 años generó una jornada de protestas y violencia en la capital. Al mediodía los cadetes volvieron a marchar frente a Casa de Gobierno. Hubo careos con la Policía, un clima caldeado y gritos exigiendo “que alguien salga a dar la cara”. En simultáneo, mientras eso ocurría, otro grupo de mensajeros recorría las calles en busca de los sospechosos. Al enterarse de que la Policía había detenido a Cristian Emanuel González (25 años) en San Cayetano, 150 motociclistas se presentaron en el lugar y le dieron una paliza. A pesar de la inferioridad numérica el personal de la seccional 4ª rescató al sospechoso y lo trasladó a un hospital, donde los médicos le detectaron una fractura de cráneo.
Ayer a las 0.30 Guillermo Sahad fue atacado cuando pretendía entregar un pedido en Monteagudo al 400, en barrio Norte, cuando dos delincuentes lo emboscaron y le dispararon para robarle la moto. Uno de los proyectiles le impactó en la cadera, por lo que debió ser trasladado a un hospital para ser operado. Según contaron sus compañeros de Pedidos Ya, Sahad salió bien de la cirugía y se encontraba estable por el momento.
Detención y disturbios
Mientras un grupo de cadetes protestaba frente a Casa de Gobierno, la Policía desplegaba un operativo en toda la capital para dar con los autores del robo. Durante un recorrido preventivo del 911, los agentes Fabio Elías Coronel y Cristian Gómez se toparon una escena inesperada en la esquina de Papa Francisco y French, en San Cayetano. Allí un joven estaba apuntándole con un arma a un camionero para asaltarlo.
La información brindada por el ministerio de Seguridad explica que los efectivos bajaron de la patrulla e intentaron detener al delincuente, que efectuó tres disparos en contra de los policías. Coronel y Gómez respondieron el fuego con una escopeta de postas de goma y finalmente redujeron al sospechoso cuando intentaba subirse a una moto Corven 110.
A las 13 los efectivos informaron por radio que habían aprehendido a Cristian Emanuel González en ocasión de robo y que le habían incautado la pistola que llevaba y una moto que tenía pedido de secuestro (luego se constató que era la de Sahad). Antes de que llegara otra patrulla para el traslado, se presentaron en el lugar 150 repartidores que comenzaron a agredir al aprehendido. Cuando los refuerzos de la seccional 4ª llegaron se registraron disturbios y la horda terminó rompiendo la luneta de una de las patrullas.
González fue trasladado a la comisaría, pero por las lesiones que presentaba rápidamente fue derivado a un hospital. El parte médico informa que presenta fractura de cráneo.
A puertas cerradas
“Ayer no abrimos por el censo, pero de todas formas siempre trabajamos a puertas cerradas por el terror a vivir algo como esto”, contó Andrea, la encargada de una peluquería de Monteagudo al 400. “Esta zona se puso muy fea para trabajar, sobre todo después de la pandemia. Nos acechan los motochorros y hasta los clientes del barrio sienten miedo: hoy comenzamos el primer turno con una clienta viendo cómo los peritos levantaban los restos de una bala y marcaban el lugar”, lamentó la mujer.
Rafael Medina trabaja en un edificio de esa cuadra. “De noche aquí es un desastre. Después de que balearon a un chico en la esquina de la Santiago pusieron un policía, pero ya no se lo ve”, señaló el hombre. Susana, quien habita en ese edificio, contó que salió al balcón porque oyó los disparos en la calle: “al menos dos tiros le hicieron, media hora demoró la ambulancia en llegar. Es un desastre”.
“Acá tenemos todo cerrado al público y trabajamos con envíos. Justamente cerramos la atención en el salón cuando ante un descuido nos robaron un celular. De noche la cuadra es una boca de lobo y pasan muchos chicos adictos”, señaló Griselda Martorell, que sobre ese último aspecto agregó: “hasta que no empecemos a recuperarlos la inseguridad no va a cambiar”.
La furia de los cadetes
A las 12.30, los cadetes autoconvocados de Pedidos Ya hicieron una caravana de protesta que pasó por la seccional 1ª y terminó frente a Casa de Gobierno. Indignados cuestionaron al cordón policial reclamándoles que deberían estar en las calles protegiendo a sus compañeros; también exigieron que alguien del Gobierno les diera explicaciones.
“Conozco a Sahad, es una persona que sale a trabajar porque su jubilación no le alcanza para nada. No puede ser que haya un Estado tan ausente que ni en una zona céntrica te sientas seguro”, le dijo a LA GACETA Luciano Heredia. “Incorporaron policías, unidades y no están en la calle protegiendo a los ciudadanos. Eso les reclamamos a las autoridades”, agregó. También describió: “nos sentimos vulnerables. Salimos a trabajar y nuestras familias viven con el miedo de que no volvamos más. Las reuniones con el ministro de Seguridad (Eugenio Agüero Gamboa) no sirvieron de nada”.
Por su parte, Omar Eduardo Villagrán, contó que también fue asaltado tiempo atrás en Laprida e Italia. En su caso pudo retener la moto, pero le robaron dinero y celular. “Este hombre con la edad que tiene sale a la calle para ganarse unas monedas. Es imposible vivir así. ¿Cómo le van a disparar a una persona de su edad? Estoy indignado con esto. Tenés que no tener corazón para dispararle a un jubilado”, reclamó. Sus compañeros contaron que a Sahad ya le habían robado otra moto, la cual no apareció. Agustín Lazarte protestó porque nunca se gestaron las medidas de seguridad que les habían prometido. “No cumplieron absolutamente nada de lo que nos prometieron. Dijeron que iban a poner 500 GPS, hasta ahora no colocaron ni uno. No hay medidas de seguridad tampoco. Nos hicieron perder el tiempo de trabajo en ir a Casa de Gobierno, sentarnos a dialogar con la Policía y hasta nos decían que harían un listado oficial de los mensajeros. No hay nada de todo eso”, expresó.
El asalto a Sahad ocurrió a metros de donde mataron a Paola Tacacho
El asalto al cadete Guillermo Sahad ocurrió a menos de una cuadra del lugar donde asesinaron a Paola Tacacho. Se trata de uno de los femicidios más resonantes que registró la provincia e debido a que la víctima había denunciado al menos 18 veces al hombre que finalmente la mató a puñaladas, Mauricio Parada Parejas, quien se había obsesionado con ella y la acosaba. El 30 de octubre de 2020 el femicida interceptó a Tacacho en Monteagudo al 500 y le asestó dos puñaladas. Cuando dos cadetes que pasaban por la zona intentaron reducir a Parada Parejas, el asesino se suicidó con la misma arma.
Antecedentes en la zona: dos violentos hechos “post pandemia”
El 5 de mayo de 2021, cuando salía de su bar de Santiago y Monteagudo, Alejandro Rodríguez vio que dos menores estaban intentando robarle la moto. Cuando intentó forcejear con los ladrones recibió un disparo en el pie. Ayer la víctima le contó a LA GACETA que los acusados (fueron detenidos a las horas) irán a juicio abreviado. “Desde entonces tenemos un policía hasta las 22 en la esquina, pero hay locales que siguen abiertos después de ese horario”, comentó. Por otro lado, el 21 de noviembre de 2020, en Monteagudo al 400, dos motochorros tomaron la cartera de una joven y arrastraron a la víctima para robarle. La Policía detuvo a los autores cuando huían.