Alejandro Fantino expresó su bronca por cómo se resolvió la causa por la Fiesta en Olivos, realizada a mediados de 2020 y en plena cuarentena, donde el presidente Alberto Fernández ofreció una compensación de $1.600.000.
El fiscal federal de San Isidro, Fernando Domínguez, aceptó esa donación para cerrar la investigación y solo resta que el acuerdo sea homologado por el juez Lino Mirabelli.
El conductor de Animales Sueltos se mostró molesto ante esta situación y anoche, al inicio de su programa, recordó: "a mí se me murió mi viejo, tengo las cenizas en una cajita de madera".
Jorge Fantino, papá de Alejandro, falleció el 24 de junio del 2020 a los 77 años en el Hospital Italiano. El animador no pudo despedirlo porque estaban prohibidos los velorios y los entierros. Sólo pudo exteriorizar su dolor a través de una emotiva carta publicada en redes sociales.
Anoche, el periodista dijo que en su condición de trabajador esencial pudo haber intentado alguna excusa para mentirle a la Policía y violar la cuarentena, pero prefirió no hacerlo. "Como cualquier hijo de vecino, me la banqué, no lo despedí, no lo enterré... lo cremé", detalló.
"No hay nada más cobarde que hacer lo que hizo Alberto Fernández porque es una cobardía arreglar esto con guita, no hay otra explicación", siguió.
Cuando salió a la luz el caso, Alberto Fernández responsabilizó a su esposa, Fabiola Yañez, por haber organizado un brindis el 14 de julio de 2020 en la residencia oficial. Días después, cambió el discurso, se hizo responsable de lo sucedido y pidió disculpas.
Fantino dijo que en un principio había creído en ese pedido de perdón. Pero ahora, tras la definición del caso a cambio de un pago, se siente doblemente decepcionado. "Se manda la cagada, pide disculpas y después arregla con un palo seiscientos; es un acto pusilánime arreglar esto con guita", afirmó, para luego rematar: "bancatela, papá, bancatela y seguí adelante con el proceso, sentate en el banquillo y poné la cara".