CIUDAD DE MÉXICO.- La crisis de los casi 100.000 desaparecidos en México se suma a la de los casi innumerables femicidios, entre ellos los dos casos casos recientes de jovencitas secuestradas y asesinadas.
La inacción de las autoridades y el desprecio hacia quienes reclaman justicia unieron la indignación nacional. Los acusan de demorar las acciones, minimizar la importancia de las búsquedas inmediatas y de ser los responsables por la impunidad mayor del 90%, en miles de casos.
Especialmente horroroso es el caso de los femicidios de Nuevo León. Según cifras del gobierno, 376 mujeres fueron reportadas este año como desaparecidas en este estado hasta el 12 de mayo. De ellas, 48 están “no localizadas” y seis aparecieron sin vida.
Debanhi Escobar Bazaldúa fue la familia quien la buscó incansablemente, la fiscalía mantuvo un hermetismo hiriente hacia los padres desde un principio como denunció Mario Escobar, padre de la joven de 18 años, estudiante de Nuevo León, sin embargo tras 13 días de su desaparición fue encontrada en la cisterna del Motel Nueva Castilla, a unos metros de donde la dejó el taxista.
“Pasaron 13 días ¿cuántas veces estuvieron aquí?”, reclamó el padre de Debanhi a los agentes estatales que resguardaban el inmueble mientras peritos verificaban la identidad de los restos.
Escobar sostuvo que en la investigación hubo negligencia por parte de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León y de los empleados del Motel Nueva Castilla, que demoraron la entrega de información y videos. Además, denunció que no le compartían los avances, hasta que finalmente el caso pasó a manos de Griselda Núñez Espinoza, Fiscal Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres.
Una segunda autopsia al cuerpo de Debanhi, pedida por su familia, reveló que la joven sufrió abuso sexual antes de ser golpeada en la cabeza en repetidas ocasiones, lo cual habría provocado su deceso. Este hallazgo contradice la autopsia de la fiscalía, que concluyó que la muerte fue produclo de un accidente, ya que según ellos la causa de muerte habría sido traumatismo craneoencefálico.
El otro caso que desató indignación es el de Yolanda Martínez. La joven de 26 años, madre de una niña, fue vista por última vez el 31 de marzo en el municipio de San Nicolás de los Garza, también en Nuevo León. Su cuerpo fue hallado 35 días después, en un paraje desolado.
La familia de Yolanda denuncia que gran parte de los datos relevantes acerca su desaparición fueron obtenidos por su padre, Gerardo Martínez. “Toda la información que hay y que va a haber es porque yo la he tratado de conseguir de una u otra manera porque no paro, no duermo. Yo he llenado la carpeta y digo: Señores, ¿qué les pasa?”, reclamó. Como en el caso de Debanhi, tampoco le dieron información desde un principio.
María Noé Mares y su hijo Edgard, Rubicela Gallegos, Mariana Lima Buendía, Patricia Nava y Jessica Guadalupe Jaramillo son solo algunas de las víctimas de femicidio que estuvieron desaparecidas y a las que las autoridades se negaron a buscar, denuncian las familias.
En un artículo publicado por BBC Mundo, la denuncia es que el caso de Debanhi “es la punta del iceberg de lo que ocurre en Nuevo León”, y por eso las jóvenes sostienen que se cuidan entre ellas, porque de la policía no pueden esperar nada.