MOSCÚ, Rusia.- La declaración de apoyo a la alianza del Atlántico Norte (OTAN), que hicieron el presidente de Finlandia, Sauli Niinisto, y la primera ministra, Sanna Marin, causó agitación entre el círculo de poder del presidente ruso, Vladimir Putin, que lleva adelante una guerra contra Ucrania justamente para prevenir ese acercamiento a la organización de países occidentales.
La advertencia del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia fue que Moscú se verá “obligada a tomar medidas de represalia” si Finlandia entra en la OTAN. “Helsinki debe ser consciente de la responsabilidad y las consecuencias de esa medida. Rusia se verá obligada a tomar medidas, tanto de carácter técnico-militar como de otro tipo, para detener las amenazas a su seguridad nacional que surjan a este respecto”, dijo el ministerio.
La adhesión de Finlandia a la OTAN, un país vecino de Rusia, que se mantuvo neutral durante más de 75 años entre las potencias de Oriente y Occidente, se viene anticipando desde hace semanas, después de que el gobierno finés presentara al parlamento del país un informe con las preocupaciones sobre la seguridad nacional. Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero, el apoyo público de los finlandeses a la adhesión a la OTAN ha pasado de alrededor del 30% a casi el 80%.
Una vez que el Parlamento haya aprobado la idea y se hayan superado obstáculos legislativos internos, se espera que la OTAN invite a Finlandia a negociar su adhesión. El acercamiento, que puede ser anunciado el domingo, anticipa que otros países, como Suecia, vecino de Finlandia al oeste, apuren el trámite para unirse a la alianza mediante un proceso similar.
La ministra de Asuntos Exteriores sueca, Ann Linde, afirma que su país tendrá en cuenta lo que diga Finlandia sobre el ingreso en la OTAN, ya que también está considerando su adhesión a la alianza militar. “Finlandia es el socio más cercano de Suecia en materia de seguridad y defensa, y debemos tener en cuenta sus valoraciones”, dijo Linde en un tuit. “Suecia decidirá después de que se presente el informe de las consultas sobre política de seguridad”, añadió.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Finlandia se ha mantenido no alineada militarmente y nominalmente neutral para no provocar a Rusia. En ocasiones ha consentido las preocupaciones de seguridad del Kremlin y ha tratado de mantener buenas relaciones comerciales. Esta política de apaciguamiento salió volando por la ventana luego de que Rusia decidió invadir Ucrania, de modo que la adhesión a la OTAN parece ahora el mejor camino a seguir, independientemente de cuál sea la reacción de Rusia, señaló en un artículo la cadena CNN.
“La adhesión a la OTAN será también una violación directa de las obligaciones legales internacionales de Finlandia, principalmente el Tratado de Paz de París de 1947 y el Tratado de 1992 entre Rusia y Finlandia sobre los fundamentos de las relaciones”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Finlandia comparte una frontera de casi 1300 kilómetros con Rusia.