Las elefantas "Pocha" y "Guillermina" llegaron a un santuario de Brasil

Las elefantas "Pocha" y "Guillermina" llegaron a un santuario de Brasil

Luego de un largo viaje, madre e hija se encuentran en una reserva natural.

JUNTAS. Pocha y Guillermina ya se encuentra en su nueva casa en Brasil. Foto tomada de: argentina.gob.ar JUNTAS. "Pocha" y "Guillermina" ya se encuentra en su nueva casa en Brasil. Foto tomada de: argentina.gob.ar
12 Mayo 2022

Después de un viaje de 3.600 kilómetros, las elefantas "Pocha" y "Guillermina" -madre e hija- llegaron finalmente al Santuario de Elefantes de Brasil, Mato Grosso.

Este jueves por la mañana, el camión que trasladaba los dos contenedores especiales en que viajaron las elefantas  llegó al esperado fin de su itinerario: el santuario ubicado en este estado del centro-oeste brasileño, consignó el diario Los Andes.

Tras recorrer el país de oeste a este y salir de Argentina por Puerto Iguazú, ingresaron a Brasil por Foz de Iguazú el martes por la mañana. Cerca de las 9:30, el equipo humano que acompañó al operativo (y que incluye a personal y entrenadores del santuario, a los cuidadores que acompañaron a las elefantas en Mendoza y a voluntarios de la Fundación Franz Weber) presentó toda la documentación en la sede de Migraciones de ambos países y continuaron con la misión por rutas brasileñas.

Ahí la caravana completó dos días más de viaje hasta llegar en horas de la mañana de hoy al Santuario.

"Pocha" nació en 1965 . Actualmente tiene 55 años. Fue entregada al zoo de Mendoza en 1968, con 3 años, por un canje. "Guillermina" es su hija y nació en 1998 en el zoológico de Mendoza. En la actualidad tiene 22 años.

JUNTAS. JUNTAS.

El traslado

Las elefantas partieron de Mendoza el sábado 7 de mayo y viajan, cada una, en una caja especial que pesa alrededor de 5 toneladas y miden 5 metros de largo, 2 metros de ancho y 3,20 metros de altura, que les brinda un traslado cómodo y seguro en la travesía de los 3.224 kilómetros que separan a la Ciudad de Mendoza y el municipio de Chapada dos Guimarâes, cercano al santuario.

Ambas cajas – que cuentan con una cámara para monitorear a cada elefanta y evaluar su estado de manera constante- se ubicaron en el lugar de la cuarentena y se trabajó con ambos animales en un proceso de acostumbramiento, supervisado por sus cuidadores para evitarles inconvenientes.

Durante todo el trayecto las elefantas fueron aprovisionadas de agua y alimentos (alfalfa seca, variedad de frutas y verduras y alimento balanceado) en cantidades necesarias.

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