Un hombre estadounidense llamado Ben Ford, de 35 años, se rencontró luego de 30 años con su madre biológica, quien lo había dado en adopción y comenzaron una relación amorosa.
La mujer se llama Kim West y tiene 57 años, a sus 19 quedó embarazada mientras era una estudiante universitaria en California y como tenía otros planes para su vida, decidió que lo mejor era dar en adopción a su bebé. Es por ello que una semana después del nacimiento, lo entregó a otra familia y se fue del país para instalarse en el Reino Unido.
Por su parte, su hijo siempre supo de su origen, pero nunca le interesó indagar mucho más en u historia. El joven se quedó viviendo en Estados Unidos, donde estudió y se casó con su novia Victoria. Pero en diciembre de 2013 decidió con investigar el tema, hasta que logró encontrar el contacto de su madre biológica. El hombre decidió enviarle una carta para proponerle un reencuentro.
Si bien en un primer momento, West dudó en aceptar la reunión con quien era su hijo biológico, un año después concretaron la visita. Ambos contaron al diario The New Day que en cuanto se conocieron sintieron una atracción sexual genética a pesar de que habían pasado más de 30 años separados.
Tras varias citas en donde se dedicaron a conocerse como personas, surgió la relación amorosa. Ford decidió dejar su vida de casado para mudarse con su madre, quien se transformó rápidamente en su pareja estable. Tras varios años en concubinato en Michigan, decidieron sacar de la clandestinidad su historia de amor. "Esto no es incesto, es Atracción Sexual Genética. Somos como dos gotas de agua y estamos destinados a estar juntos", reconocieron los novios.
La madre también aseguró: "Sé que la gente va a decir que somos repugnantes, que debemos ser capaces de controlar nuestros sentimientos, pero cuando uno es golpeado por un amor que te consume, estará dispuesto a renunciar a todo por él. Hay que luchar por él. Es una oportunidad única y algo a lo que Ben y yo no estamos dispuestos a renunciar".
Desde que se dio a conocer su romance, son reconocidos como los “amantes imposibles”, ya que las relaciones incestas son ilegales en el estado de Michigan.
Concluyeron la entrevista confesando que desean tener un hijo fruto de la relación de ambos. Según ellos, su máximo deseo es formar una familia y estar juntos para siempre. Su historia está dando que hablar, pero las críticas les importan muy poco.