Datos y consejos para tener en cuenta en el cultivo del garbanzo

Datos y consejos para tener en cuenta en el cultivo del garbanzo

La Eeaoc realizó ensayos comparativos de rindes en diversas localidades.

07 Mayo 2022

Durante la primera edición del año del ciclo de capacitaciones online de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Lucas Tarulli, del proyecto Legumbres Secas presentó un análisis de datos de ensayos realizados durante años anteriores, y consejos agronómicos a tener en cuenta previo a la siembra de garbanzo.

Según explicó, para el primer análisis se tomó como dato el rendimiento promedio de los Ensayos Comparativos de Rendimiento (ECR), obtenido por los genotipos que lo componen, considerando el período 2012-2021 en las localidades más frecuentes de evaluación (La Ramada, La Cruz y Los Altos). También las precipitaciones ocurridas durante marzo, abril y mayo de cada año, considerando que el mayor aporte hídrico para el cultivo se presenta durante esos meses. “Se observó que para la mayor parte de los años evaluados el aporte de las lluvias en esos meses está por debajo de los 200 mm - 250 mm, salvo excepciones puntuales; lográndose rindes entre 900 a 1.200 kilos por hectárea (Kg/ha)”, dijo.

Para ajustar la cantidad de plantas por metro necesaria para obtener mejores rendimientos se realizó un ensayo en la subestación Monte Redondo, en 2021, testeando tres densidades: nueve, 12 y 15 plantas por metro, en dos variedades, Norteño y Chañarito. “El análisis de los datos de rendimiento de las parcelas arrojó que la densidad que mejor rindió para ambas variedades fue de 12 plantas por metro. Teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas que se dieron en esa localidad, muy críticas para el cultivo: obtuvo solo 94 mm de almacenaje en los meses de marzo a mediados de mayo, y se registraron 18 días con heladas. También es importante tener en cuenta que esto constituye un primer año de evaluación”, señaló.

Dentro de los consejos y aspectos a tener en cuenta previo a la siembra, el profesional consideró fundamental partir con una semilla de buena calidad (buen poder germinativo); tener certeza de las variedades con las que se cuenta -porque cada una de ellas difieren en sus ciclos-; estar informado sobre el comportamiento frente a las heladas y enfermedades -sobre todo, patógenos de suelo-; conocer la carga patogénica para saber la cantidad de inoculo que tiene la semilla (como Fusarium sp.), y tomar esto como una decisión de siembra para no contaminar lotes que no están infectados o incrementar el inoculo en aquellos que ya tiene esta problemática. “El análisis de la carga patogénica en suelo es importante. Si es elevada conviene hacer rotación con alguna gramínea o sembrar variedades de garbanzo con mejor comportamiento a enfermedades de suelo”, dijo.

Finamente, el profesional indicó que hasta el presente se está definiendo la siembra del cultivo, ya que las condiciones de humedad en el perfil del suelo son muy variadas dependiendo la zona, además del retraso que presenta la cosecha de soja por las condiciones climáticas, lo que posterga aún más la fecha de siembra. “En general, se recomienda como fechas de siembra óptimas entre el 20 de abril y primeros días de mayo, siendo una fecha tardía el 15 del mes en curso”, explicó.

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