04 Mayo 2022
Si el propietario de un bar, o de un restaurante o de un banco o una oficina pública construyeran un baño para el público que concurre a esos lugares seguramente la autoridad de aplicación (Municipalidad de esta ciudad) le exigirá cumplir normas de seguridad e higiene elementales. Seguro es que no aceptará diseños creativos que pongan en juego la necesaria seguridad y salubridad de esos recintos. Exigirán, seguramente, revestimientos fáciles de higienizar y mantener (en paredes y pisos): azulejos, cerámicos esmaltados, porcelanatos, etc. Sin embargo en una repartición municipal, nada menos que en el renovado edificio del Tribunal de Faltas (Jujuy al 300) el baño público “moderno” es una obra arquitectónica “original” opuesta, por lo menos, al sentido común.
Carlos Duguech
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