03 Mayo 2022
En marzo de 1980, tres años antes del arribo al país de Julio Cortázar, una concurrida audiencia en la Universidad de Chicago le preguntaba a Jorge Luis Borges: ¿siente usted que entiende por qué la Argentina es hoy como es? A lo que el autor del Aleph respondió: creo que la República Argentina es tan misteriosa como el universo. No logro comprenderla, no podría afirmar que la entiendo. En el año 1983 vivía el país una euforia con el retorno de la democracia que auguraba un promisorio futuro, después de extensos períodos de crisis, inestabilidad y asonadas militares. En plena algarabía alfonsinista, visitaba el país el gran escritor Julio Cortázar, y el afortunado en realizarle una entrevista en tiempo récord era su homólogo Martín Caparrós. Al inicio de la entrevista Caparrós le preguntó al autor de Rayuela qué opinaba sobre el proceso que se inauguraba en el país, a lo que Cortázar respondía: creo que al pueblo argentino se le ofrece una oportunidad única de empezar un camino de ascenso, de salir del abismo, y temeroso y vacilante agregaba: creo que es la última oportunidad que tenemos, y que si la perdemos, dado el estado de quiebra, tanto económico como ético en que ha caído el país, los resultados pueden ser catastróficos. Los civiles tienen su destino en sus manos. A partir de allí, los ciclos se han sucedido como en una novela kafkiana. Avizorar un futuro pleno en los postulados de los gobernantes ha sido siempre una desvanecida ilusión política. A la frase de Argentina es un país calesita, manifestada por el escritor Caparrós (LA GACETA 24/04), que gira siempre sobre lo mismo le agregamos una profusión de adjetivos: carrusel, tiovivo y una vetusta e ineficaz y piramidal noria que de tanto rodar y repetirse en vano sobre un desgastado y carcomido eje, nos devuelve la imagen de un país en pleno retroceso. Entre marchas y contramarchas en torno a este círculo giratorio, hemos consumido toneladas de energía en denostarnos y por ende resquebrajando las instituciones y retornando a políticas fallidas. Estas cuatro décadas de desaciertos y confrontaciones han sido efectuadas reproduciendo los fracasos y las frustraciones. Las crónicas se suceden y se agolpan en los archivos y en la memoria, para salir a la luz y recordar que las semejanzas son un fiel reflejo de hechos inveterados.
Alfonso Giacobbe
24 de Septiembre 290
San Miguel de Tucumán
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