La reforma al Código Procesal Civil y Comercial (CPCC) será debatida mañana en el recinto de la Legislatura luego de varios años de trabajo mancomunado de la comunidad jurídica tucumana. Será una sesión especial, convocada para las 9, la cual estará presidida por Sergio Mansilla. Debido a la trascendencia institucional del debate que protagonizarán los legisladores, también participarán los miembros de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán que preside Daniel Leiva; el gobernador interino Osvaldo Jaldo y otros funcionarios del Poder Ejecutivo; y representantes de colegios profesionales y de las universidades que participaron de la elaboración del proyecto.
El proyecto de reforma del CPCC se presentó originalmente en 2016. Fue elaborado por la Comisión de Redacción, dirigida por la vocal Claudia Sbdar, y aprobado por la Comisión Interpoderes, presidida por el entonces legislador Marcelo Caponio (hoy funcionario del Ministerio de Obras Públicas). En 2019 llegó al recinto, pero fue devuelto a las comisiones de Asuntos Constitucionales e Institucionales y Legislación General. El tema fue reflotado en marzo y obtuvo dictamen favorable de los comité que presiden Javier Morof y Raúl Ferrazzano, respectivamente.
De años a meses
El proyecto de reforma consta de casi 830 artículos. Según explicó Ferrazzano, el nuevo Código va a permitir que los juicios sean más sencillos y se tramiten más rápido. “Hoy los ciudadanos demandan una Justicia más cercana, y ese es el camino que se transita”, dijo.
El legislador indicó que son tres los pilares sobre los que se recuesta esta reforma. El primero de ellos es el rol de los jueces y las partes, que ahora deben tener una actuación proactiva. “El juez está a cargo de la dirección del proceso para una pronta y justa solución del proceso”, explicó.
El segundo pilar es la inmediación. “Todas las audiencias y las pruebas se realizarán ante la presencia del juez, quien no puede delegarlas en otros funcionarios. La Justicia se humaniza: se le ve la cara al juez, ya que la mayor parte del juicio va a ser oral”, desarrolló el legislador. En tanto que las nuevas tecnologías son la tercera pata. “Se consagra la prestación virtual del servicio de justicia, pasando del viejo expediente en papel al expediente digital; las firmas del juez y las partes es electrónica, al igual que el domicilio de notificación; y se utilizarán las videograbaciones y las videoconferencias. Las nuevas tecnologías deben ser usadas para hacer más fácil y rápido el servicio”, dijo.
“Estamos simplificando la justicia para el ciudadano común, de aquel que va buscando una solución para un problema en un juicio de filiación, de divorcio, una sucesión, o el cobro de una deuda, posibilitando que esos juicios no sean eternos. Lo que antes tardaba años ahora tardará meses”, resumió Ferrazzano.